ENVIADA AL VATICANO

La Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) y la Unión de Superiores Generales (USG) previo al encuentro de “La protección de los menores” convocado por el Papa Francisco pidieron perdón a las víctimas por no haberse dado cuenta de los abusos que se cometían. Anunciaron algunas medidas, como la mejor selección de candidatos a ser religiosas, para combatir este delito.

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En una carta difundida manifestaron: “Inclinamos nuestras cabezas con vergüenza al darnos cuenta de que este abuso ha tenido lugar en nuestras Congregaciones y Órdenes y en nuestra Iglesia. Hemos aprendido que quienes abusan ocultan deliberadamente sus acciones y son manipuladores. Por definición es difícil descubrir estos abusos. Nuestra vergüenza aumenta al constatar que no nos hemos dado cuenta de lo que estaba ocurriendo. Al mirar las Provincias y Regiones de nuestras Órdenes y Congregaciones en el mundo entero, nos damos cuenta de que la respuesta de las personas en autoridad no ha sido la que debía haber sido. No han sabido ver las señales de alarma o no se las tomaron en serio”.

También reconocieron que “hubo maneras inadecuadas de tratar este tema y una vergonzosa incapacidad de comprender vuestro dolor. Ofrecemos nuestras más sinceras disculpas y nuestro pesar. Les pedimos que crean en nuestra buena voluntad y sinceridad.

Y los invitamos a trabajar con nosotros para crear nuevas estructuras que aseguren la minimización de los riesgos”.

Los Superiores y Superioras Mayores de Órdenes y Congregaciones religiosas del mundo señalaron que “vemos a niños soldados; la trata de menores; el abuso sexual a menores; el abuso físico y emocional a menores. Lo común a todas estas situaciones es la vulnerabilidad. Los niños son los sujetos más vulnerables en nuestras sociedades. Los niños pobres, discapacitados o indigentes, los que viven en los márgenes, que pertenecen a las clases sociales o castas más bajas pueden ser particularmente vulnerables. Son considerados no esenciales, objeto de uso y abuso”.

Agregaron: “Nos damos cuenta de que la respuesta de las personas en autoridad no ha sido la que debía haber sido. No han sabido ver las señales de alarma o no se las tomaron en serio”.

Al manifestar su esperanza en el encuentro que inicia este jueves, indicaron que “es posible imaginar nuevos pasos hacia adelante”, y “tomar decisiones para que la implementación pueda ser rápida y universal, con el debido respeto a las diversas culturas”.

Anunciaron la integración de la protección de menores y adultos vulnerables en los programas de formación religiosa, “asegurando que en cada etapa se proporcione una adecuada instrucción y educación tanto a los formadores como a los alumnos”.

Además, pedirán a Centros de Espiritualidad que “desarrollen programas especiales para acompañar a cualquier persona, víctima de abusos, que desea encontrar ayuda en sus dificultades respecto a la fe y al sentido de la vida”.  Porque “hay algunos supervivientes que quieren recorrer este camino de sanación, y trataremos humildemente de caminar con ellos”.

“Nos sentimos necesitados de conversión y queremos cambiar. Queremos actuar con humildad. Queremos identificar nuestros puntos ciegos. Queremos denunciar cualquier abuso de poder. Nos comprometemos a caminar con aquellos a quienes servimos, avanzando con transparencia y confianza, honestidad y sincero arrepentimiento”, indicaron.

También trabajarán de manera conjunta la UISG y la USG a fin de establecer las medidas para la selección de candidatos que entran en la vida religiosa, esa selección “ha de ser obligatoria y de la mejor calidad”.

A los candidatos de la vida consagrada, les enviaron un mensaje: “Queremos asegurar que quienes piden generosamente unirse a las órdenes religiosas o que son formados en los seminarios vivan en lugares seguros, donde se alimenta su vocación y donde reciban ayuda para crecer en madurez en su deseo de amar a Dios y al prójimo”.