Tal como se había anunciado, la mañana del jueves 13 de septiembre, el Papa Francisco se reunió en audiencia privada con el cardenal Daniel DiNardo, arzobispo de Galveston-Houston y presidente de la Conferencia Episcopal de EU; el vicepresidente, José Horacio Gómez, arzobispo de Los Ángeles; el cardenal Sean Patrick O’Malley, arzobispo de Boston y presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, y el secretario general de este Episcopado, monseñor Brian Bransfield; toda la plana mayor del episcopado estadunidense.

¿El tema de la agenda? ¡Los abusos sexuales!

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Según los medios estadounidenses, DiNardo había pedido hace tiempo una audiencia al Papa para abordar el tema de Theodore McCarrick y el testimonio perverso del ex nuncio en EU Carlo María Viganó.

El encuentro con el Papa se produce a casi un mes de que el Gran Jurado del estado de Pensilvania difundió un informe denunciando más de mil casos de abusos sexuales por parte del clero en ese país durante los últimos 70 años.

De hecho, como una de las primeras reacciones al informe del Gran Jurado DiNardo y Timothy L. Doherty, presidente de la Comisión para la Protección de Menores de EU, dijeron que el informe “demuestra nuevamente el dolor de los que han sido víctimas del crimen de abuso sexual por parte de miembros de nuestro clero y por parte de los que han encubierto a los abusadores facilitando de esta manera un mal que ha continuado durante años e incluso durante décadas.

“Estamos agradecidos por la valentía de las personas que ayudaron en las investigaciones compartiendo sus historias personales de abusos sufridos. Como obispos, sentimos vergüenza y disgusto por los pecados y las omisiones de nuestros sacerdotes y obispos católicos. Estamos profundamente entristecidos cada vez que nos enteramos del mal provocado por el abuso perpetrado por clérigos de cualquier nivel”.

Pero hoy nos enteramos que también DiNardo es acusado de haber protegido a un cura abusador sexual de dos menores.

Dice el periódico argentino Clarín citando un cable de la agencia noticiosa Associated Press, fechada en Nueva York que reporta declaraciones de dos víctimas de abusos sexuales.

Las presuntas víctimas acusan al cardenal Daniel DiNardo de no haber actuado como debía contra a un sacerdote que abusó a dos menores; una de las víctimas dijo que el cardenal prometió que el cura acusado, Manuel La Rosa-López, actualmente párroco en la iglesia de San Juan Fisher de Richmond y vicario episcopal de la diócesis para los latinos, sería alejado de toda posibilidad de contacto con los niños. En cambio fue transferido a otra parroquia a unas decenas de kilómetros de distancia.

La policía de Conroe, un poblado al norte de Houston, informó este miércoles sobre el arresto del sacerdote Manuel La Rosa-López, bajo cargos de abuso sexual de menores.

El cura de 60 años de edad entró en el radar de las autoridades el pasado mes de agosto, luego de que recibieron dos denuncias en su contra en las que se alega que durante el periodo comprendido entre finales de 1990 y comienzos de 2000, La Rosa-López abusó sexualmente de niños mientras trabajaba en la iglesia del Sagrado Corazón en Conroe, Texas.

El sacerdote estaba trabajando actualmente en una parroquia de Richmond, Texas.

Las víctimas pidieron a la agencia AP mantener el anonimato.

Reacciones

Tras hablar con el Papa Francisco, emitió la siguiente declaración en el sitio web de la Conferencia de Obispos de este país:

“Estamos agradecidos con el Santo Padre por habernos recibido en audiencia. Hemos compartido con el Papa Francisco nuestra situación en Estados Unidos; sobre cómo el Cuerpo de Cristo se desgarra por el mal del abuso sexual.

“El Papa nos ha escuchado atentamente y con el corazón. Fue un intercambio largo, fructífero y bueno. Al final de la audiencia, rezamos junto a él la oración del Ángelus para invocar la misericordia de Dios y pedirle la fortaleza para trabajar y sanar estas heridas. Esperamos continuar activamente junto a nuestro discernimiento para identificar los próximos y más eficaces pasos a seguir”, concluye el comunicado del cardenal DiNardo.
El Papa Francisco convocó a las Conferencias Episcopales de todo el mundo a una reunión que tendrá lugar del 21 al 24 de febrero de 2019 “para hablar sobre la prevención de los abusos hacia menores y adultos vulnerables”.
Ese es el tema, hoy y los próximos meses.

Por cierto, la Sala de Prensa no emitió ningún comunicado de la reunión con los obispos estadunidenses.

Eso sé, este jueves 13 de septiembre el Papa aceptó la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Wheeling-Charleston presentada por monseñor Michael J. Bransfield por motivos de edad. El religioso fue acusado en 2012 por el abuso sexual de un mayor de edad en la arquidiócesis de Filadelfia, pero fue declarado inocente, aunque, como indicó su arquidiócesis, el Papa nombró a un administrador apostólico, monseñor William Edward Lori, arzobispo de Baltimore, para que “conduzca una investigación sobre las acusaciones de molestias sexuales de adultos en contra del obispo Bransfield”.
Uno más.