ENVIADA DESDE EL VATICANO
Al agradecer la participación de Linda Ghisoni en la cumbre antipederastia, el Papa Francisco dijo que el objetivo es integrar a las mujeres como “una figura de la Iglesia en nuestro pensamiento”
El Papa Francisco manifestó que invitar al encuentro sobre “La protección de los menores en la Iglesia” hablar a una mujer “no es entrar en la modalidad de un feminismo eclesiástico, porque al final todo feminismo termina siendo un machismo con falda”.
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Aclaró: “invitar a una mujer a hablar de las heridas de la Iglesia es invitar a la Iglesia a hablar de sí misma, de las heridas que tiene. Y creo que éste es el paso que debemos dar con gran fuerza. La mujer es la imagen de la Iglesia, que es mujer, es esposa, es madre. Un estilo. Sin este estilo hablaríamos del pueblo de Dios, pero como una organización quizás sindical, pero no como una familia nacida de la Madre Iglesia.
Todo feminismo es un “machismo con faldas”: Papa Francisco en cumbre de pederastia en Vaticano https://t.co/fo7U9wu7de pic.twitter.com/ZVdz4g0Fhq
— Sin Embargo MX (@SinEmbargoMX) February 23, 2019
“No se trata de dar más funciones a las mujeres en la Iglesia. Sí, esto es bueno, pero no es así como se resuelve el problema. Se trata de integrar a las mujeres como figura de la Iglesia en nuestro pensamiento. Y pensar también en la Iglesia con las categorías de una mujer”, señaló al agradecer la participación de Linda Ghisoni, subsecretaria de la sección para los Fieles Laicos del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.
Video desde la Nueva Sala del Sínodo, 3er Informe de la Dra. Linda Ghisoni
Previo a su exposición, Ghisoni presentó el testimonio de una mujer víctima de abusos de conciencia, de poder y sexuales por parte de sacerdotes, a quienes calificó de “lobos que entran aullando en el redil para asustar aún más al rebaño y dispersarlo” cuando ellos tendrían que cuidar a los más pequeños.
Escuchar ese tipo de testimonios, agregó, “no es un ejercicio de conmiseración; es un encuentro con la carne de Cristo en la que se han provocado heridas incurables, heridas que… no prescriben”.
Estos temas de los abusos sexuales, afirmó, “se deben tratar de rodillas ante las víctimas y sus familias, ante los abusadores, los cómplices, los negacionistas, delante de todos los que han sido acusados injustamente, ante los negligentes, los encubridores, ante los que han intentado hablar y actuar pero han sido silenciados, ante los indiferentes”.
