Papa Francisco, Domingo de ramos 2020

El papa Francisco presidió en la mañana del domingo 5 de abril la Eucaristía en el interior de la Basílica de San Pedro del Vaticano, y no en la Plaza como es tradicionalmente, debido a las medidas adoptadas por las autoridades italianas ante el Covid-19.

VATICAN NEWS: Domingo de Ramos. El Papa: “redescubramos que la vida no sirve, si no se sirve”

Con esta ceremonia formalmente da inicio la Semana Santa, es decir,  la conmemoración anual católica de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret.

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Semana Santa empieza con la misa de bendición ofrecida por el papa y como es tradición, al terminar, el líder religioso regala un mensaje especial a los jóvenes del mundo: el Angelus.

Este domingo se celebró  la XXXV Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), con el tema: “!Joven, te digo, levántate!”

Este domingo Francisco caminó de la sacristía hasta el altar de la cátedra en donde se llevó a cabo el tradicional rito del Domingo de Ramos, allí, bendijo simbólicamente unos olivos en macetas que estaban colocados frente al altar, pero esta vez no se realizó ninguna procesión de palmas y  ramos de olivo -componentes que evocan la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén- en una Plaza de San Pedro siempre repleta de fieles y de peregrinos de todo el mundo.

Esta vez fue un servicio religioso totalmente atípico, sin fieles, en una Basílica impresionantemente vacía y con los pocos fieles presentes – alrededor de 20 gentes- estaban separados por la sana distancia obligatoria. (imagen de la agencia AFP)

La misa fue transmitida por la web streaming y televisión como se ha hecho últimamente.

“De este modo, en casa, en estos días santos pongámonos ante el Crucificado, que es la medida del amor que Dios nos tiene. Y, ante Dios que nos sirve hasta dar la vida, pidamos la gracia de vivir para servir. Tratemos de contactar al que sufre, al que está solo y necesitado. No pensemos tanto en lo que nos falta, sino en el bien que podemos hacer”, aconsejó.

“El drama que estamos atravesando nos obliga a tomar en serio lo que cuenta, a no perdernos en cosas insignificantes, a redescubrir que la vida no sirve, si no se sirve. Porque la vida se mide desde el amor”, recordó el Papa.

“Hoy, en el drama de la pandemia, ante tantas certezas que se desmoronan, frente a tantas expectativas traicionadas, con el sentimiento de abandono que nos oprime el corazón, Jesús nos dice a cada uno: ‘Ánimo, abre el corazón a mi amor. Sentirás el consuelo de Dios, que te sostiene'”, dijo Francisco en su sermón.

Y por su propia voluntad, como cuando el viernes 27 de marzo presidió una oración extraordinaria por el fin de la pandemia con la impartición de la bendición Urbi et Orbi e indulgencia plenaria, lo acompañaran, de nuevo, los dos símbolos religiosos únicos; el ícono bizantino de la Virgen Salus Populi Romani, que hizo traer de la Basílica de Santa María de la Mayor y que en el VI siglo salvó a Roma de una plaga y en XIX del cólera, y  el crucifijo milagroso de la Iglesia de San Marcelo al Corso utilizado en diversos barrios de Roma durante una “peste negra” que aquejó a Roma en 1522.

Recomendó a las personas y familias que no podrán participar en las celebraciones litúrgicas de la Semana Santa “recogerse en oración en casa, también ayudadas por los medios tecnológicos”. Volvió a manifestarse espiritualmente cerca de los enfermos, de sus familiares y de todos aquellos que los curan con abnegación y rezó por los difuntos.

Homilia completa

Boletín de la Sala de Prensa del Vaticano: Celebrazione della Domenica delle Palme e della Passione del Signore, 05.04.2020

Mensaje a los jóvenes

Al final de la Misa, el Papa volvió a hablarle a los jóvenes en la oración mariana del Angelus cuando recordó que para hoy estaba previsto que la Cruz de la JMJ de Panamá pasará a los jóvenes de Lisboa. “Este gesto tan sugestivo fue postergado al domingo de Cristo Rey, el 22 de noviembre próximo”, indicó.

En espera de este momento -agregó-, les insto a los jóvenes a cultivar y dar testimonio de la esperanza, la generosidad, la solidaridad que todos necesitamos en este momento difícil.

En su homilía un poco antes, también se había dirigido  a los jóvenes: “El camino del servicio es el camino victorioso, que nos salvó y que salva nuestras vidas. Me gustaría decir esto especialmente a los jóvenes en este Día que se les ha dedicado durante treinta y cinco años”.

“Queridos amigos”, agregó, “miren a los verdaderos héroes que salen a la luz en estos días: no son aquellos que tienen fama, dinero y éxito, sino aquellos que se entregan para servir a otros. Siéntanse llamados a jugaros la vida”

El Papa ha pedido a los jóvenes que se sientan llamados a jugarse la vida: No tengáis miedo de gastarla por Dios y por los demás: ¡La ganaréis!”.

Esta vez no pidió rezar por él..,