Ofrece su respaldo a la víctima y advierte que no estará conforme hasta extirpar este mal.

La Arquidiócesis Primada de México manifestó su respeto a la sentencia penal contra un cura pederasta de la Ciudad de México, su respaldo a la víctima, y advirtió que no estará conforme hasta que quede extirpado ese mal de la Iglesia.

En un comunicado de cuatro puntos, la jerarquía católica capitalina subrayó que “no hay absolutamente lugar en el ministerio para los que abusan de los menores” y ratificó su posición de “tolerancia cero” ante esas situaciones.

La Arquidiócesis respondió así al anuncio que por la noche del lunes hizo la organización no gubernamental (ONG) “Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social”, la cual señaló que el sacerdote fue sentenciado en la Ciudad de México por abusar de un niño durante cuatro años.

El fallo contra el cura se dio el pasado 8 de marzo y representa el primero contra un cura católico en la capital del país.

De acuerdo con la ONG, Jesús Romero Colín fue víctima de los abusos del sacerdote entre 1994 y 1998, cuando tenía 11 años de edad, e hizo la denuncia en 2007. Romero quería ser sacerdote de niño y fue así como se fue a vivir a una iglesia con el párroco, quien prometió a su familia servirle de guía en ese camino.

Jesús Romero recibió una carta personal de puño y letra del Papa Francisco hace cinco años, cuatro meses después de iniciar su pontificado, en la que expresaba su “dolor y vergüenza” y le pedía “perdón en nombre de la Iglesia”.

El sacerdote fue separado del ministerio público por la Iglesia en 2010 pero, de acuerdo con Romero Colín, siguió oficiando misa por su cuenta hasta que fue detenido en septiembre de 2016 en el estado de Morelos.

Plena disposición para colaborar

Ante la sentencia contra el cura pederasta (cuyo nombre no ha sido dado a conocer hasta el momento), la Arquidiócesis Primada de México manifestó su “plena disponibilidad para colaborar con las autoridades en procurar la justicia en la sociedad”.

Asimismo, aseguró que lamenta profundamente lo sucedido, “estos comportamientos terribles nos producen dolor y vergüenza y nos confirman en el compromiso de hacer todo lo necesario para sanar estas situaciones desde la raíz”.

A la par que expresó su solidaridad con la víctima y su familia, la Arquidiócesis aseguró que, “como lo ha dicho recientemente el Papa Francisco, ésta es una de las prioridades de la Iglesia de nuestra época”.

En la parte final, el comunicado subraya la “tolerancia cero” ante estas situaciones y la necesidad de informar, de reconocer el mal y de pedir perdón”.