A 25 años del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo

A 25 años del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo Intro: Desde la teoría de la confusión hasta la hipótesis de un complot organizado por el Estado se han escuchado en torno al caso

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“… Confiamos en que la investigación de su caso, que sigue abierta, algún día se esclarezca para que podamos seguir construyendo caminos para un México más justo y fraterno”: CEM

A las 15:45 horas del lunes 24 de mayo de 1993, el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo (1926-1993) fue acribillado en el estacionamiento del Aeropuerto Internacional de Guadalajara. Su cuerpo recibió 14 impactos de bala y el auto en que se transportaba, un Grand Marquis blanco, fue alcanzado por 57 proyectiles de armas de alto poder AR-15 y AK-47. Se recogieron 78 casquillos, según el expediente de la investigación.

Además del cardenal y su chofer murieron cinco personas en lo que se dijo fue un enfrentamiento entre los cárteles que encabezaban Joaquín Guzmán Loera y los hermanos Arellano Félix. Después surgió la versión de que Posadas había sido confundido con Guzmán; alguien más dijo que el cardenal tenía nexos con el narcotráfico.

A 25 años, nadie ha sido sentenciado, aunque hay 11 personas procesadas. El expediente 232/2012-A está sin cerrase.

La tesis de la confusión

Durante los primeros años, la mayoría de los obispos del país que conforman la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) aceptaron la tesis de la confusión, sin embargo, el sucesor de Posadas Ocampo, Juan Sandoval, dijo que se trató de un crimen de Estado y responsabilizó al entonces procurador general Jorge Carpizo.

La razón, aseguró el prelado, fue que en una reunión en Los Pinos, Posadas Ocampo reclamó a altos funcionarios su relación con cárteles de la droga y redes de tráfico de mujeres, lo cual habría causado amenazas en su contra y su posterior asesinato.

Sandoval Íñiguez no descartó como motivo la participación de Posadas en la reforma de la Constitución para darle a la Iglesia personalidad jurídica, en 1992. Ni la CEM ni el gobierno reaccionaron de manera oficial a estas declaraciones.

El debate con Carpizo

Sobre este caso se ha escrito mucho. El propio Jorge Carpizo escribió, junto con Julián Andrade Jardí, Asesinato de un cardenal; ganancia de pescadores, libro que Sandoval desacreditó.

Poco antes del décimo aniversario del homicidio, Sandoval acusó directamente a Carpizo y éste respondió diciendo que el prelado estaba involucrado con el narcotráfico y vinculado a negocios ilícitos. La CEM como era de esperarse cerró filas en torno a Sandoval.

En torno a ese debate salió a la luz una compilación de textos del obispo Luis Reynoso, Magisterio y legado del Obispo Jurista. Documentos destacados y selectos, compilados por su sobrino, Francisco Reynoso Galván. En él hay documentos contundentes que echan abajo la hipótesis del complot.

Desde entonces muchas cosas se han dicho, hay declaraciones, investigaciones, libros blancos y hasta una comisión legislativa que fue creada por el pleno de la Cámara de Diputados el 29 de abril de 2004, presidida por Fernando Guzmán Pérez, originario de Jalisco.

El cardenal Juan Jesús Posadas era un hombre clave en la Iglesia católica, quizá el prelado más cercano al hoy santo Juan Pablo II, y uno de los impulsores de la reforma al artículo 130 Constitucional. No puede considerarse como un mártir, ya que su asesinato no fue por odio a la fe.

Hace años, cuando se presentó en Roma el libro Los chacales, el arzobispo de Guadalajara y presidente de la CEM, cardenal Francisco Robles Ortega, expresó su esperanza de que el malogrado cardenal “Posadas sea declarado oficialmente mártir, el primer escalón hacia su posible beatificación”.

Agregó que “no nos mueve absolutamente ningún sentimiento ni ningún deseo de venganza, porque lo que menos necesitamos en este momento en nuestro país es la venganza. Nos mueve únicamente el deseo de vivir en paz, de vivir hermanados, pero con base en la verdad y la justicia”.

Durante todo este tiempo la Santa Sede ha guardado un prudente silencio y Posadas Ocampo no es considerado mártir, aunque esto es factible sin necesidad de las investigaciones en México. El Papa Francisco podría declararlo mártir, no estoy seguro si lo hará…

Lo que es un hecho es que tras la muerte del cardenal Posadas se desató una escalada de tensiones e inestabilidad en México. Después del deceso siguió el levantamiento zapatista del primero de enero de 1994, en Chiapas; meses más tarde asesinaron al candidato del PRI a la presidencia de la República, Luis Donaldo Colosio; y el ciclo se cerró con el homicidio del entonces diputado José Francisco Ruiz Massieu, en septiembre de 1994.

¿Tienen estos hechos algún vínculo? No sabemos.

En parte, el arzobispo emérito de Guadalajara tiene razón, nuestra justicia es lenta, y justicia que no es pronta y expedita no es justicia.

Ojalá sepamos más de lo que ocurrió aquella tarde del lunes 24 de mayo de 1993 en el aeropuerto de Guadalajara.

¿Qué dice la PGR?