La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) exhortó a las organizaciones, grupos y movimientos católicos a “remar en la misma dirección” y realizar una defensa de la vida humana desde el momento de la concepción hasta su muerte y pronunciarse contra el aborto.

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En las últimas semanas el debate del aborto se reinició en el país, en donde existen varias iniciativas estatales congeladas para la interrupción del embarazo, después de que el Congreso de Nuevo León aprobara garantizar la vida desde el momento de la concepción ante la muerte natural.

Ante ese debate, en el Día del Niño por Nacer, la CEM en su comunicado “Anunciando la vida” destacó que la “realidad socio-política en la que nos encontramos es compleja y deja ver claroscuros. Por un lado, signos de esperanza y de vida; por otro, manifestaciones de violencia y muerte que cambian la percepción que tenemos sobre nosotros mismos, sobre nuestras relaciones interpersonales y nuestro entorno, modificando valores y comportamientos, impactando en las tradiciones y en la identidad de los pueblos, generando esta cultura del descarte”, la cual el Papa Francisco la calificó de ver al ser humano como un bien de consumo.

La sociedad actual, indicó el Episcopado, “bañada en un tinte de posmodernismo, abandera, superficial y falazmente, el estandarte del progresismo… La radicalización del relativismo se ha convertido en el nuevo totalitarismo buscando acallar los dictados de la razón y justificando hasta lo más absurdo. Esto ha generado un sinfín de eufemismos que conducen al adormecimiento colectivo de las conciencias, permitiendo así justificar prácticamente cualquier cosa, incluso aquellas que atentan contra la dignidad y los derechos fundamentales de toda persona, creando así esta cultura del descarte”.

Los obispos advirtieron en el comunicado, firmado por el presidente de la CEM, Rogelio Cabrera, y el secretario general, Alfonso Miranda, que “la cultura de la muerte, que busca permear a toda la sociedad, nos presenta una visión pobre y reduccionista de la persona humana, de su dignidad y de sus derechos fundamentales; una visión que termina destruyendo la vida de los más indefensos, de los más vulnerables, no importa la etapa de desarrollo en la que se encuentren”.

Se recordó que el Papa Francisco, durante su regreso de México, señaló: “El aborto no es un mal menor. Es un crimen. Es echar fuera a uno para salvar a otro. Es lo que hace la mafia. Es un crimen, es un mal absoluto […] Se asesina a una persona para salvar a otra -en el mejor de los casos- o para vivir cómodamente” (17 de febrero de 2016).

Frente a esta cultura del descarte se contrapone la cultura de la vida, del amor y de la solidaridad. Por eso, el Episcopado llamó a los católicos a unirse porque “hoy más que nunca, nuestro México lo necesita”. invitó a los católicos a “pronunciar un libre, firme y valiente SÍ en favor de toda vida humana”.

“México le dice ¡sí a la vida! Anunciemos sin temor el Evangelio de la vida que nos lleva a todos, no sólo a los creyentes, a defender, cuidar y proteger a toda vida humana”, indicó la CEM.