Víctimas de abuso sexual de los Legionarios de Cristo demandaron entregar a los pederastas y encubridores que tienen resguardadas las autoridades civiles.

Advirtieron, que la congregación no puede ser juez y parte en los procesos de impartición de justicia al no tener derecho de establecer directrices para actuar en la reparación del daño.

RELACIONADO: Legionarios reconocen “ceguera y omisión” ante quienes denunciaron a Marcial Maciel

En un documento de siete cuartillas, Biani López Antúnez y Ana Lucía Salazar Garza, víctimas del legionario Fernando Martínez Suárez, y Erick Emmanuel Escobar, ex legionario quien sufrió abuso psicológico, rechazaron las propuestas de los documentos “Conversión y reparación” y “Proteger y sanar”, dados a conocer por la congregación al concluir su Capítulo General, en los que detallan, entre otras, acciones cómo van atender a las víctimas y prevenir los abusos en sus instalaciones.

Los Legionarios de Cristo, indicaron las víctimas, “conocen y tienen documentada la información de cada uno de los pederastas que protegen, la de sus cómplices y encubridores. Los casos recientes de abuso comprueban la existencia de una red de encubrimiento”.

Consideraron que los documentos muestran que los legionarios “juegan siempre a empezar de cero —fingiendo no conocer los casos— para confundir a la justicia y a la sociedad”.

Además, “presentan un escrito largo y confuso en donde no plantean realidades, plazos ni acciones concretas, sino sólo promesas políticas que no son nuevas y que jamás han cumplido”.

La expulsión de delincuentes de su congregación, puntualizaron, no es suficiente ni atiende al interés superior de los menores. Para las víctimas, los cómplices y encubridores de estos delitos también deben pagar por sus acciones y omisiones realizadas a favor de la institución y no a favor de la verdad y la justicia de niños y niñas que estuvimos bajo su cuidado.

El manejo mediático e institucional sobre este delito, señalaron, fue creado para proteger y encubrir a su fundador, Marcial Maciel. Por eso es imposible ignorar que hay un sistema de protección y reubicación de pederastas a lo largo de su historial delictivo.

Biani López, Ana Lucía Salazar y Erick Escobar aseguran que la mayor parte de los abusadores ocupaban puestos de formadores de menores de edad. Por eso el deber de la congregación es presentar a los pederastas a la justicia junto con sus cómplices y encubridores “con independencia de la prescripción del delito”.

Agregaron: “Si los abusadores pudieron delinquir a lo largo de 50 años (como en el caso de Fernando Martínez) es porque existe un modus operandi que se los permitió y que hasta hoy sigue activo resguardando a cada pederasta en su vejez en lugar de entregarlo para pagar sus deudas frente a la justicia”.

También mencionaron que los colegios y los seminarios menores, por ser instituciones subsidiarias de los Legionarios de Cristo, tienen responsabilidad en la comisión de los delitos perpetrados contra la infancia al interior de sus instalaciones.

Las mujeres denunciantes afirmaron no buscar “reconciliarnos con nuestro violador ni con la institución que lo resguarda, misma que ha sido cómplice para evadir las responsabilidades de sus delitos. Queremos verdad y justicia, garantías de no repetición y reparación integral del daño. No pueden hablar de reparación mientras no haya verdad, justicia y garantías para las generaciones futuras. Nosotras no queremos un perdón, queremos justicia y verdad”

Solicitaron a la congregación aclarar las denuncias de encubrimiento de su nuevo director John Connor, porque aseguraron que no puede haber acercamiento alguno mientras su máximo dirigente tengas esas acusaciones.