Bendice a niños y padres de familia.

El Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, visitó el Hospital Infantil Federico Gómez, donde bendijo a niños internos y padres de familia, además de que acudió a la casa donde se da hospedaje a la gente que viene de otras partes del país a solicitar los servicios del nosocomio.

El Arzobispo fue recibido por el doctor José Alberto García Aranda, director del hospital, quien en un ambiente de mucha amabilidad le expuso la historia de la institución y le compartió algunas anécdotas.

El próximo 30 de abril el hospital cumplirá 75 años. Actualmente cada año atiende a más de 200 mil niños, realiza 30 mil urgencias y un millón de estudios de gabinete, para lo cual cuenta con 8 mil médicos en diferentes especialidades.

Además de sus servicios de salud, el hospital edita 300 publicaciones de diferente tipo, una revista de medicina, tiene una escuela para los niños cuyo lema es “sigamos aprendiendo… en el Hospital”, y también apoya a médicos para que se formen en el extranjero.

Asimismo, tiene un canal de internet que se llama Centro Mexicano de Educación en Salud por Televisión (Cemesatel), que transmite de 10:30 a 13:30 horas.

El Hospital Infantil Federico Gómez ha sido visitado por dos papas: el 29 de enero de 1979 por Juan Pablo II y el 14 de febrero de 2016 por Francisco.

De hecho, apenas el 14 de marzo pasado Angélica Rivera, esposa del presidente Enrique Peña Nieto, acudió con niños de este hospital a la audiencia pública en la Plaza de San Pedro, donde fueron bendecidos por el Papa Francisco.

Llama a donar órganos

Al término de esta reunión, el Arzobispo de México se trasladó al Centro de Acompañamiento y Recuperación de Desarrollo Integral AC (de los agustinos recoletos), donde ofreció una conferencia de prensa e hizo un llamado a la ciudadanía a donar sus órganos:

“Estos niños se están salvando, sobre todo los de insuficiencia renal, y están esperando trasplantes de riñón. Supe de un niño que esperó durante 15 años un riñón, pues tenía una enfermedad rara y no encontraba un trasplante. Cuando vino el Papa Francisco, lo saludó y le dio la bendición; a los 15 días recibió el riñón. Si alguien lo quiere considerar milagro, es un milagro; si alguien lo quiere considerar un hecho, es un hecho.

“Eso sucedió gracias a la donación, que es fundamental para salvar vidas. Es bueno dejar nuestra voluntad por escrito, por si nos pasa un accidente o por si tengo una muerte imprevista. Nuestros órganos pueden servir, pero en México no existe esta cultura. Hago un llamado a la generosidad para que, si sus órganos pueden ser útiles, se pueda disponer de ellos”.