Llama a construir una cultura de paz, reconciliación y conversión.

“Es tiempo de mirar con honestidad nuestra cultura y sociedad para preguntarnos por qué hemos perdido el respeto a la vida y lo sagrado”, afirmaron José Francisco Robles Ortega y Alfonso G. Miranda Guardiola, presidente y secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), respectivamente, al manifestar su “profundo dolor, tristeza y consternación” por el asesinato del sacerdote Juan Miguel Contreras García.

“Hacemos un urgente llamado para construir una cultura de paz y de reconciliación. Estos lamentables acontecimientos nos llaman a todos a una conversión mucho más profunda y sincera”, señalaron los jerarcas católicos en un comunicado.

Este viernes 20 de abril, el cura Contreras García fue asesinado a balazos por dos hombres al interior del templo de San Pio de Pietrelcina, en la colonia Hacienda de Santa Fe, del municipio de Tlajomulco Zúñiga, Jalisco. Apenas el miércoles anterior, el sacerdote Rubén Alcántara Díaz, vicario judicial de la diócesis de Izcalli, fue ultimado a cuchilladas en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, en Cuautitlán Izcalli, Estado de México, luego de discutir con un hombre de 50 años. Con ambos homicidios, ya son 23 los religiosos abatidos durante este sexenio.

“Con profundo dolor manifestamos nuestra tristeza y consternación ante el asesinato de un sacerdote más en días consecutivos, ahora del presbítero Juan Miguel Contreras García, de la Arquidiócesis de Guadalajara”, indicaron en su comunicado Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara, y Miranda Guardiola, obispo auxiliar de Monterrey.

Pidieron a los fieles a “acompañar a sus sacerdotes con la oración, sobre todo en el servicio pastoral de las comunidades que se les han encomendado”.

A los criminales que “menosprecian y arrebatan la vida por cualquier causa, pedimos dejarse llevar por el rostro bondadoso de Dios para deponer no solo las armas, sino el odio, el rencor, la venganza y todo sentimiento destructivo”, añadieron.

Los jerarcas católicos también puntualizaron: “a nuestras autoridades competentes solicitamos con firmeza, una vez más, investigar exhaustivamente hasta aclarar los hechos para actuar conforme a la justicia y no permitir que este ni los demás crímenes en nuestra nación queden impunes”.

“A la familia del padre Juan Miguel, a la comunidad parroquial de San Pio de Pietrelcina… a los nuevos obispos de Guadalajara, a sus religiosos, así como a sus grupos y movimientos, les expresamos nuestra cercanía en la oración y la fraternidad”, manifestaron.

Finalmente, el arzobispo de Guadalajara y el obispo auxiliar de Monterrey hicieron votos para “que Nuestra Señora de Guadalupe, Reina de la Paz, nos auxilie y acompañe para reconocernos todos hermanos y custodiemos la única familia que todos formamos”.