La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) exigió una “política migratoria sin ambigüedades ni ingenuidad, con pleno respeto de los derechos humanos”. Además, dio a conocer que los albergues que atiende la Iglesia Católica ubicados en la frontera sur se encuentran rebasados.

TE PUEDE INTERESAR “Los demonios están desatados en México”: CEM

En conferencia de prensa, al dar lectura a su mensaje final de la 107 Asamblea Plenaria, el secretario general de la CEM, Alfonso Miranda Guardiola; el obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, y el obispo de Tapachula, Jaime Calderón, indicaron que el país “sigue sufriendo violencia, inseguridad, pobreza, inequidad, incertidumbre política, deterioro ambiental y desigualdad social”.

https://twitter.com/IglesiaMexico/status/1124006095721304066

El fenómeno migratorio fue uno de los temas que abordaron en esta asamblea, porque actualmente llegan caravanas de manera constante, integradas por quienes huyen de la miseria y la inseguridad.

El obispo Jaime Calderón explicó que la Iglesia ha ofrecido apoyo con alimentos, bebidas y lugares para pernoctar, pero en esta actitud de la Iglesia “samaritana también nos hemos sentido rebasados”.

La política migratoria, consideró, debe implementarse con base al derecho internacional. Y advirtió que el trabajo que se les ofrece a los migrantes en el sur del país no es tan real.

Alfonso Miranda explicó que existen 133 albergues de la Iglesia Católica en cuatro zonas del país: sur, centro, noreste y norte, algunos de los cuales se encuentran saturados y muchos trabajan al doble de su capacidad. Además, en otros, como en la Ciudad de México y Tijuana, se amplían los centros o se construyen nuevos.

Dio a conocer que los 13 proyectos aprobados para atender a los migrantes con los 500 mil dólares que donó el Papa Francisco son de las diócesis de Cuautitlán, Nogales, Mazatlán, Querétaro, San Andrés Tuxtla, Nuevo Laredo, Tijuana, Tapachula y a las religiosas Josefinas, Scalabrinianas y Sagrados Corazones de Jesús y María.

A su vez, Felipe Arizmendi expuso que “muchos no quieren al presidente estadunidense, Donald Trump, pero le hacen caso cuando resalta los peligros que hay en la migración de que vienen delincuentes, lo cual es cierto, no se puede ser ingenuos. Hay gente explotadora de los demás, hay coyotes, pero preocupa que los mexicanos cada día ven más lo negativo de los migrantes que las necesidades reales de éstos. La inmensa mayoría viene por hambre, necesidad, miseria, violencia, pobreza y no por turismo”.

Miranda Guardiola mencionó que agencias y organizaciones engañan a los migrantes y les venden visas temporales falsas de trabajo hasta en mil dólares, situación que se denunció ante Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, en un encuentro realizado este lunes con sacerdotes, religiosas y organizaciones civiles.