El nuevo funcionario público fue jefe del consejo editorial de Desde la Fe.

El gobierno capitalino designó a Pedro Arellano como nuevo responsable de Asuntos Religiosos de la Ciudad de México, cargo que depende de la Secretaría de Gobierno que preside ahora José Ramón Amieva.

Arellano tiene una amplia carrera en el sector eclesiástico. En la Conferencia del Episcopado Mexicano estuvo al frente de la Pastoral Penitenciaria y fue secretario adjunto de la Pastoral Social. Además fue jefe del consejo editorial del semanario Desde la Fe.

Entre los planes de Arellano está el de reunir a diferentes líderes religiosos para hablar sobre la Constitución local: “En una primera línea, al final de las campañas electorales, vamos a convocar a representantes de las principales religiones para reflexionar sobre la nueva Constitución de la Ciudad de México desde la óptica de las asociaciones religiosas.

“En un segundo plano está la participación social de las iglesias. Sobre este punto tenemos muchos ejemplos: Cáritas, las instituciones que atienden las adicciones y el alcoholismo o el fomento al empleo. Hay mucha presencia social y queremos que esto siga.

“Lo tercero es que se vayan abriendo nuevos caminos. Las iglesias a veces nos hacer favor de indicarnos cuando hay situaciones de corrupción, cuando hay nuevas necesidades como es el caso de los indigentes, y muchas cosas que de las que alertan al gobierno. Vale la pena que se siga haciendo”.

Arellano dijo que en la capital del país hay alrededor de mil 800 asociaciones religiosas, 28 credos, entre los que predomina el católico (con 80 por ciento), mismo que, junto con otras religiones cristianas, alcanza 92 por ciento.

También dijo que se impulsarán acciones de participación mutua, como el programa de desarme voluntario que desde hace varios años opera en los atrios de las iglesias, y el cual se ha replicado en 16 entidades federativas, entre otros proyectos.

Acerca del homicidio de algunos sacerdotes, Pedro Arellano dijo que “el gobierno es el responsable de tener las constancias de seguridad para que todo mundo pueda realizar con confianza sus actividades. No solamente en el caso del culto sino también en el trabajo, el estudio y la recreación.

“Nosotros, como Asuntos Religiosos, lo vemos en dos ópticas, en una hacia el interior de las iglesias, el saqueo de arte sacro, hasta el robo de hostias consagradas; y también la seguridad, siendo un tema transversal, que es responsabilidad de todos. Tenemos que ver qué papel puede hacer el gobierno en mancuerna con la sociedad”.

El funcionario expresó su deseo de crear sólidos puentes con los líderes religiosos que tienen presencia en la Ciudad de México.