La Iglesia debe reconciliarse con su pueblo “porque no lo hemos defendido, delante de nuestras narices hicieron los cambios espantosos y la Conferencia del Episcopado Mexicano se quedó callada”, afirmó Raúl Vera, obispo de Saltillo.

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En conferencia de prensa en la Basílica de Guadalupe, después de su peregrinación anual, advirtió que la reconciliación en México con los empresarios, políticos y militares llevará varios años.

El religioso dominico llamó a Andrés Manuel López Obrador, virtual presidente electo, a integrar en su gabinete a personas del pueblo, ya que es necesario cambiar el formato del poder. “Si los ciudadanos no recuperamos nuestra presencia para intervenir en la conducción del país, si la gobernanza vuelve a ser una élite de partidos políticos” no habrá cambio, alertó.

Agregó: “De ninguna manera estoy contra el presidente electo y a priori en contra de su gabinete, pero estoy a favor de una participación más activa y adentro de la conducción del país por parte del pueblo, porque la ciudadanía fue la que cambió las cosas, no fue el discurso del candidato”.

En su homilía, el obispo Vera señaló que hay quienes “hasta el día de hoy establecen las estructuras políticas y económicas del mundo y de nuestra patria, a través de la corrupción y la mentira para apropiarse y saquear los bienes públicos y disfrutar lujos a costa de la muerte social del pueblo de México.

“Es el caso de los legisladores que se ponen al servicio de intereses mezquinos, destruyendo las leyes que garantizan el acceso a los derechos fundamentales de las y los mexicanos, y las convierten en instrumentos promotores de injusticias sistemáticas sin límite y medida alguna contra las y los ciudadanos”.

Puntualizó que para que México vuelva a ser de los mexicanos nos compete actuar “a través de trabajos puntuales con nuestra propia honestidad, generosidad, el cuidado y respeto a la madre tierra, el apego a la verdad y a la justicia, y nuestra solidaridad con quienes más sufren para recuperar el verdadero sentido de una sola nación en la que todas y todos somos hermanos”.