Monseñor Rogelio Cabrera López, Presidente de la CEM
Monseñor Rogelio Cabrera López, Presidente de la CEM

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) exhortó a todos los empresarios, las mujeres y los hombres católicos de negocios, así como a todas las personas de buena voluntad, a hacer todo lo posible por mantener el empleo de sus trabajadores en estos momentos de crisis.

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También consideró que “es el momento en que la autoridad civil tome las decisiones solidarias y valientes para que las familias conserven sus empleos y cuenten con lo necesario para trabajar y puedan superar, por su propio esfuerzo y con la ayuda de todos, las crisis familiares que estas circunstancias causan. Comprendan que el pueblo espera mucho de ustedes a favor de todos, no espera que cada uno defienda sólo el interés propio”.

A los fieles les recordó que por más necesitados que estén, estamos llamados a vivir honestamente. “Todo robo, acto de rapiña, desprecio, abuso y discriminación hiere al pueblo entero e impide que superemos las crisis, haciendo más profundo el abismo y volviéndolo más difícil de superar. Es mejor aprender a pedir ayuda y tocar puertas que añadir otro mal al mundo. Si alguien tiene necesidad pida ayuda a su comunidad, nadie organice ni participe de la maldad”.

En un comunicado, la CEM advirtió que “necesitamos que todos los sectores de la sociedad nos sumemos, desde los más necesitados hasta los empresarios más exitosos y las autoridades civiles, incluyendo los ámbitos intermedios de la sociedad civil: asociaciones civiles, universidades, iglesias… Unirnos para pensar juntos y tomar las mejores decisiones.

“Que las autoridades tomen las decisiones más prudentes a favor no de los propios intereses, sino del bien de todos y para ese bien común; que las instituciones educativas, que innegablemente necesitan de recursos económicos, en estos momentos busquen difundir la verdad para todos; que las Iglesias hagamos todo el bien que podamos, no por proselitismo sino por verdadero compromiso con nuestra fe”.

El arzobispo Rogelio Cabrera y Alfonso Miranda, presidente de la CEM y secretario general de la CEM, destacaron que “en este momento histórico, ninguna mente se nuble, ningún corazón se endurezca, ningún espíritu se apoque. Tenemos que aceptar el desafío del tiempo presente y tomarlo como reto bien estudiado para luego transformarlo en una meta de esperanza y alegría, iluminados por el Espíritu Santo.

“La Iglesia Católica no tiene ni dicta recetas técnicas para la sociedad, solo pone al servicio de todos lo aprendido en Cristo: Camino, Verdad y Vida”.