Obispos de Tehuantepec, a la izquierda el emérito Arturo Lona Reyes. A la derecha el obispo Crispín Ojeda Márquez. Foto: Redes sociales
Obispos de Tehuantepec, a la izquierda el emérito Arturo Lona Reyes. A la derecha el obispo Crispín Ojeda Márquez. Foto: Redes sociales

Los obispos de Tehuantepec, Crispín Ojeda Márquez y el emérito Arturo Lona Reyes, también presidente del Centro de Derechos Humanos Tepeyac, solicitaron la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador ante los hechos violentos ocurridos en la comunidad de Huaztlán del Río, del municipio de San Mateo del Mar, Oaxaca, donde fallecieron dos mujeres y 13 hombres.

En un comunicado destacaron que esa violencia “daña de manera profunda a una comunidad indígena que ante la desatención ancestral y actual por parte de los niveles de gobierno ha traído como consecuencia una grave violación a sus derechos humanos: el derecho a la vida, a la integridad y seguridad personal, al desarrollo, el acceso pleno de los derechos económicos sociales y culturales, el derecho a la paz”.

La comunidad indígena Ikots de San Mateo del Mar, explicaron, “vive un proceso donde la paz a la que tienen derecho ha sido trastocada”.

Se tiene conocimiento que el 3 de mayo del año en curso fue privado de la vida el agente municipal suplente de agencia municipal de Huaztlán del Río; desde tal fecha no se sabe que se haya procurado justicia por tal acontecimiento.

Además, el 21 de junio fue convocada “una asamblea comunitaria en la comunidad de Huaztlán del Río; por ello personas que viven en la cabecera municipal al pasar por la comunidad de Reforma fueron agredidos por un grupo armado; decidieron entonces regresar a la cabecera municipal y dejar a seis personas lesionadas.

Posteriormente se dirigieron a la población de Huaztlán del Río, donde ocurrieron actos de violencia y los vecinos comunican que al menos resultaron muertas 15 personas y otras lesionadas, sin que haya contacto con el apoyo de los cuerpos de seguridad.

Como defensores de derechos humanos, destacaron los obispos, les preocupa la violencia que existe en la comunidad indígena de San Mateo del Mar, “pero sobre todo que puedan existir actores ajenos a la comunidad que alientan la violencia entre hermanos.

“Nos preocupa que aun cuando se tiene conocimiento que el problema que viven los hermanos de San Mateo del Mar es de alto riesgo para la vida, la seguridad y la paz, las acciones que han realizado el gobierno federal y estatal, no previnieran la violencia que se generó y que dio como resultado la muerte, lesiones y daños de personas”. 

Por lo que instaron a los gobiernos federal y estatal para que:

Se garanticen las medidas de apoyo y asistencia que señala la Ley General de Víctimas y la Ley de Víctimas del estado de Oaxaca, a los deudos de las personas fallecidas.

Se atienda a los niños niñas y adolescentes que se quedaron en la orfandad a través de asistencia psicológica y médica.

Se garantice la atención médica a los lesionados en clínicas especializadas.

A las mujeres víctimas de violencia se dé un trato diferenciado atendiendo a lo dispuesto por la convención sobre la eliminación toda forma de discriminación contra la mujer y en la convención interamericana para prevenir sancionar erradicar la violencia contra la mujer.

Se realicen las investigaciones penales y administrativas que correspondan, para que los hechos ocurridos no se queden en la impunidad.

Se inicie un proceso de paz y reconciliación que garantice la pacificación interna de la comunidad, así como las poblaciones vecinas.