La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) llamó a todos los mexicanos a colaborar con las “autoridades electas”, al tiempo en que felicitó a Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial ganador en las elecciones del domingo 1 de julio.

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Puntualizó que “la educación y el combate a la pobreza, la verdad y la libertad, el respeto a la diferencia y la búsqueda de consensos, son los caminos para vencer la desigualdad, el egoísmo y el abuso”.

En un comunicado, firmado por el cardenal Francisco Robles Ortega y el obispo Alfonso Miranda Guardiola, presidente y secretario general de la CEM, respectivamente, la jerarquía católica hizo ver que “ningún gobernante por sí mismo tiene todas las ideas y todas las soluciones. Es responsabilidad nuestra seguir participando cívicamente, siempre con respeto de los derechos humanos y del auténtico bien común.

Insistió: “Sólo podremos crear mejores condiciones de desarrollo para todos, si nos involucramos en primera persona, en el mejoramiento de nuestros municipios, entidades federativas y de toda la República Mexicana”.

En la jornada electoral de este domingo, destacó la CEM, “millones de mexicanos ejercieron su derecho a votar para elegir nuevas autoridades civiles. La jornada fue, en general, ordenada y serena. Detrás de este esfuerzo democrático está la dignidad y libertad de cada ser humano, llamado a participar en la vida social”.

También manifestó su reconocimiento a las autoridades electorales, así como a todos los ciudadanos en general. “Gobierno y sociedad, trabajando juntos, podemos hacer grandes cosas”.

Reprobó “los actos de violencia suscitados en algunas localidades del país, especialmente aquellos que atentaron en contra de la vida humana”.
Además, pidió a los creyentes a unirse en oración, para agradecer y consolidar este momento cívico-político. “A los católicos, en especial, los exhortamos a redoblar su compromiso para que el testimonio de nuestra entrega y generosidad, iluminen la vida social, con el Evangelio de la vida, de la paz y de la solidaridad”.

Los obispos manifestaron que “seguiremos implorando la protección maternal de Santa María de Guadalupe, quien nos impulsa a construir un México reconciliado, justo y fraterno que reivindique la dignidad de los más pobres y excluidos, la vida del no-nacido, el bien de nuestras familias y la auténtica libertad religiosa. La Virgen del Tepeyac es Patrona de nuestra libertad y lugar de acogida para todos. Por su intercesión la ayuda del cielo nunca nos faltará”.