En la Basílica de Guadalupe los obispos mexicanos elevaron una oración a la Virgen de Guadalupe por el fin de la pandemia del coronavirus Covid-19 en el mundo.
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Durante la consagración de tres obispos auxiliares para la Arquidiócesis de México, el Cardenal Carlos Aguiar elevó la plegaria para suplicar “por todos los afectados, de una u otra manera, por la pandemia. Y por todos los demás ciudadanos para que solidariamente asumamos la medidas preventivas con generosidad y gran responsabilidad”.
A la consagración asistieron los cardenales Carlos Aguiar Retes y Norberto Rivera Carrera; el nuncio apostólico, Franco Coppola; el arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Rogelio Cabrera López, así como varios obispos del país y decenas de sacerdotes.
El ingreso a la Basílica a la consagración de los obispos auxiliares Luis Manuel Pérez Raygoza, Héctor Mario Pérez Villarreal y Francisco Daniel Rivera Sánchez fue con invitación, por eso sólo asistieron 800 personas.
En su homilía el Cardenal Aguiar indicó que “el ejercicio de la responsabilidad debe ser con discreción y eficacia; es decir, sin protagonismos ni buscando reconocimientos y alabanzas, sino afrontando con valentía adversidades y conflictos. Lo importante es el crecimiento de la comunidad en su conciencia eclesial, y la vivencia de la comunión como objetivo constante para dar testimonio al mundo”
Los nuevos obispos, dijo, tienen en la figura de San José un modelo de humildad, de fe y confianza en la palabra animación, impulso y responsabilidad para cumplir con su misión.
La humildad, agregó, “facilitará su tarea de cuidar y proteger a la comunidad eclesial, porque proporciona la capacidad de escucha, ya que el interés estará puesto en el bien de la comunidad, y no en la búsqueda de su confort”.
