Monseñor Rogelio Cabrera López, Presidente de la CEM
Monseñor Rogelio Cabrera López, Presidente de la CEM

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) advirtió que no le “corresponde la confrontación permanente e innecesaria para dar muestras de poder y valentía” y con firmeza de sus posiciones combinará “el debido respeto a las instituciones y su colaboración” con éstas.

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Así lo afirmó el arzobispo Rogelio Cabrera, presidente de la CEM, en su mensaje inaugural de la CVIII Asamblea Plenaria, al indicar que defenderán a sus fieles “cuando alguna política pública les pueda perjudicar”.

Ante más de 150 obispos que asisten a la Asamblea y el nuncio apostólico Franco Coppola, el arzobispo Cabrera destacó que “ante la actual situación del país, por ejemplo, y ante las dificultades de tipo económico, político y social que está planteando, no podemos centrarnos sólo en lo que no nos gusta.

“Es necesario reconocer aquello que se hace bien, así como tener actitud crítica ante aquello que no consideramos adecuado y proponer caminos o soluciones apropiadas. No caigamos en la tentación de reaccionar a todo. No podemos sólo estar diciendo lo que no nos gusta sin ofrecer verdaderos caminos de solución, aprovechando todo lo que se hace bien”.

Envió un mensaje “a quienes exigen de nosotros una posición más combativa. Debemos recordarles que no nos corresponde la confrontación permanente e innecesaria para dar muestras de poder y valentía”.

Por eso invitó a los integrantes de la CEM a realizar “una pastoral proactiva, no sólo de reacciones, ante las dificultades o los retos que nos plantea la vida cotidiana o lo que sucede en la sociedad o manifiestan los diversos poderes de nuestra nación…

“Podemos y debemos combinar el debido respeto a las instituciones y nuestro interactuar y colaborar con ellas con la firmeza de nuestras posiciones. Ante la necesidad de liderazgos sociales enraizados en el evangelio es necesario que, desde nuestro carisma y misión y sin invadir ámbitos de acción que no nos son propios, defendamos a nuestros fieles cuando alguna política pública les pueda perjudicar”.

El arzobispo aclaró que “lo anterior no significa que debamos permanecer indiferentes ante el sufrimiento de nuestro pueblo. Alcemos la voz en aquellos temas que nos tocan directamente: educación, paz, vida, migración, pobreza, escasez de medicinas, etcétera”.

Cardenal Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara y Cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México, presentes en la CVIII Asamblea Plenaria de la CEM
Cardenal Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara y Cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México, presentes en la CVIII Asamblea Plenaria de la CEM

Adelantó que hablará “con quienes toman decisiones para llevar no sólo las necesidades inmediatas de los más pobres, sino la visión que tenemos de la realidad para que se combata eficaz y sistemáticamente la pobreza en la que se encuentran viviendo. No podemos perder a los pobres, debemos estar más cercanos y comprometidos con el pueblo pobre de México”.

Fidelidad al Papa Francisco

El presidente del Episcopado Mexicano afirmó que se “está en un momento en donde nuestra adhesión al Papa Francisco tiene que ser más evidente no sólo por la debida obediencia al sucesor de Pedro, sino por sus propuestas teológicas y pastorales que, incidiendo mucho en la opinión pública, buscan renovar la Iglesia.

“Sería lamentable que nuestros silencios ante los reiterados ataques que recibe el Santo Padre manifestaran no prudencia, sino aprobación.”

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El Papa Francisco “ha insistido en que seamos pastores con olor a oveja, que llevemos una vida sobria y austera, que seamos compasivos y misericordiosos, que no ansiemos el poder económico y político, que escuchemos mucho, que hablemos poco y digamos lo justo, mirando siempre a los ojos. Ojalá y no nos moleste esa invitación, sino que nos motive. Nunca un obispo debe estar al margen del Papa, ni del pueblo”.