El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, recibió los resultados de los foros regionales de pacificación donde se escucharon distintas propuestas para acabar con la violencia en México.

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Al clausurar los Foros Escucha para la Pacificación y la Reconciliación Nacional, dijo que se puede garantizar la paz y tranquilidad en el país sin el uso extremo de la fuerza, y precisó que su gobierno no apostará por la guerra para lograr la paz en el país, ni ordenará nunca la represión a los ciudadanos.

“Para simplificar, primero, el no apostar a la guerra. Mi gobierno se compromete a eso, a no apostar a la guerra. Esto, entre otras cosas, implica no optar por el exterminio de los seres humanos, el que no haya masacres en nuestro país, el que podamos garantizar la paz y la tranquilidad sin el uso extremo de la fuerza”, aseguró.

López Obrador recibió en el Archivo General de la Nación las relatorías y resultados de la consulta por internet o con cuestionarios en los estados y otros documentos en un evento con 280 invitados, entre ellos el nuncio apostólico Franco Coppola, quien leyó una misiva del Papa Francisco enviada al presidente electo, donde manifiesta su respaldo para buscar la paz y reconciliación en México.

En la carta fechada el 18 de octubre le dice:

“Le agradezco sinceramente su invitación y aprovecho la oportunidad, en primer lugar, para expresarle mi felicitación por el resultado en las elecciones presidenciales.

“Tengo conocimiento de que el próximo 24 de octubre está prevista una ceremonia en la Ciudad de México en las que se entregarán oficialmente los resultados de toda esta fase de escucha.

“Le aseguro la disponibilidad constante de la Iglesia Católica para cooperar en todas aquellas iniciativas que vayan dirigidas a encontrar caminos de paz y reconciliación entre hermanos”, indicó el sumo pontífice en su carta.

El Papa Francisco aseguró que reza por López Obrador, “por su familia y por todo el pueblo mexicano a quien llevo en mi corazón” y le deseó el mejor de los éxitos.

La carta es respuesta a la que envió Andrés Manuel López Obrador al pontífice hace tres meses, en la puerta de la Nunciatura, invitándolo a los Foros de Pacificación.

En la carta de AMLO al Papa le dice:

“México vive una crisis de seguridad no vista desde los tiempos posrevolucionarios, que ha generado que los índices de violencia se mantengan en niveles históricos, ubicando al país entre las naciones más inseguras del mundo.

“El primero de julio del año en curso millones de mexicanos salieron a votar de manera ejemplar para lograr la cuarta transformación del país por la vía democrática y de manera pacífica. Consiguientemente, en virtud del mandato popular conferido en mi persona como candidato presidencial triunfador, honraré mi promesa de campaña de realizar consultas a las víctimas, a la ciudadanía, organizaciones internacionales, a la sociedad civil, a líderes religiosos y expertos para explorar todas las alternativas viables para lograr la pacificación y reconciliación del país”.

Por ello y “con motivo de su calidad moral y espiritual por el bien común y la paz, me permito extenderle una cordial invitación para acompañar el proceso de foros de escucha por la pacificación del país y la reconciliación en México”.

En la invitación, refiere que la participación del líder religioso puede ser a través de los medios electrónicos en la fecha que mejor le acomode a su Santidad en el curso de los siguientes cuatro meses.

“Sería un privilegio para mí y para todos los mexicanos poder contar con su participación”.

López Obrador ha reiterado que la intervención del pontífice puede ayudar a resolver el grave problema de inseguridad y violencia que vive el país.

Esa carta fue la primera invitación formal extendida al Papa para solicitar su involucramiento en los foros de paz, celebrados del agosto a octubre, antes no hubo tal como alguien del equipo de AMLO lo afirmó a los medios y generó ruido, al grado de que el vocero papal tuvo que desmentir…

Semanas después las cosas cambiaron cuando hubo comunicación adecuada con el nuncio Franco Coppola, y Marcelo Ebrard, al grado de que el representante papal fue a verlo a la casa donde despacha el Presidente electo.

A su encuentro con AMLO, el italiano llegó solo y a petición de los medios de comunicación, aceptó posar para una fotografía pero no emitió ningún pronunciamiento.

Al finalizar, Marcelo Ebrard confirmó que se trató “una conversación muy cordial”.

Explicó que se abordaron tres temas: la pacificación en México, la desigualdad y la lucha contra este flagelo, y el futuro de los jóvenes, este último, en el que el representante del Vaticano mostró mucho interés respecto a lo que ha planteado el presidente electo.

Agregó que entre México y el Vaticano hay varios puntos de acercamiento, entre ellos, “la búsqueda de la paz en México. La desigualdad y la lucha por reducirla en el país, que es una desigualdad oprobiosa y destacada en todo el mundo”.

Ebrard insistió entonces que esperan una opinión del Papa Francisco. Seguramente llegó pero sólo conocemos hoy la misiva que se leyó el 24 de octubre.

AMLO tiene admiración por el Papa Francisco

Pero nunca se han reunido, tan solo se han saludado brevemente. En octubre de 2015 López Obrador viajo al Vaticano y saludó al Papa en la audiencia pública que realiza todos miércoles en la Plaza de San Pedro. En una de las imágenes se puede apreciar cómo el Papa toma la mano a López Obrador.

En aquella ocasión el tabasqueño entregó una carta al Papa y aprovechó para regalarle una medallita de fray Bartolomé de Las Casas.

El Papa seguramente recibirá a López Obrador en una audiencia privada en el Vaticano, y tardará mucho en concretarse, tienen tema de charla.

Es evidente que el Papa le tiene aprecio al tabasqueño, no es casual que cuando ganó la elección el diario vaticano L´Osservatore Romano reservó a la noticia de la elección del nuevo presidente un espacio de primer orden en su edición vespertina en italiano del lunes 2 de julio.

En la portada, junto a la nota principal, el director del rotativo, Gian Maria Vian, decidió colocar una foto icónica de AMLO festejando la victoria en medio de una lluvia de papelitos.