Un día después de los hechos violentos en Culiacán, la Diócesis de esa ciudad llamó a pasar de la “razonable molestia e indignación social a la propuesta y acción contundente que asegure la unidad y la paz social” no sólo para los sinaloenses, sino para los “hermanos de otras entidades en nuestro país”.
“Por ello y ante el miedo e incertidumbre perpetrada en la comunidad, oramos también con gran confianza y fervor a Jesucristo nuestro Salvador para que en cada persona y familia reine permanentemente la paz y, como ciudadanos católicos corresponsables, seamos promotores de reconciliación”, señala la Diócesis en un comunicado.
Advirtió que las consecuencias de lo sucedido el jueves “aún cimbran el ambiente y espíritu de sana y respetuosa convivencia entre los ciudadanos”.
“Desde nuestra fe, con valor y decisión, nos unimos a todos nuestros queridos coterráneos, a las familias que injustamente se han visto más laceradas y vulnerables, a los hermanos en la fe cristiana y diversas confesiones religiosas y a las instituciones sociales, educativas, empresariales y democráticas que se siguen comprometiendo en la lucha por la construcción, defensa y promoción de una auténtica y permanente cultura por la paz, la vida y la familia”, puntualizó.
Este jueves, pobladores de Culiacán sufrieron durante horas una jornada violenta que dejó al menos un muerto y la suspensión de actividades comerciales, educativas y oficiales, luego de la detención de Ovidio Guzmán López, hijo de El Chapo Guzmán, quien finalmente fue liberado.
La Diócesis de Culiacán agradeció el apoyo a ciudadanos que se encontraron en riesgo y llamó a estar atentos a las indicaciones de las autoridades.
