Mons. Felipe Arizmendi Esquivel
Mons. Felipe Arizmendi Esquivel

Un reconocimiento a la pastoral indígena y una sorpresa para muchos prelados

La mañana de este domingo 25 de octubre, el Papa Francisco anunció a los fieles en la Plaza de San Pedro y a todo el mundo, la creación de 13 nuevos cardenales, 9 de ellos electores, y por lo tanto con derecho a participar en un futuro cónclave; la celebración del nuevo consistorio está programado para el sábado 28 de noviembre.

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Dos de los nuevos cardenales pertenecen a la Curia Vaticana, seis más, son pastores de Iglesias en el mundo y el noveno es el actual Custodio del Sagrado Convento de Asís, el Padre Mauro Gambetti de 54 años de edad

A esos cardenales electores, Francisco también nombró cuatro nuevos cardenales mayores de ochenta años, entre ellos a Mons. Felipe Arizmendi Esquivel (80 años), arzobispo emérito de San Cristóbal de Las Casas quien recibirá el birrete cardenalicio en el próximo Consistorio del 28 de noviembre de 2020.

¡Enhorabuena!

La presidencia y secretaría general de la Conferencia del Episcopado Mexicano se congratuló con la noticia “con gran alegría hemos acogido hoy dentro del Episcopado Mexicano y en el pueblo de Dios que peregrina en México, el anuncio del Santo Padre Francisco, hecho después del rezo del Ángelus, de la creación cardenalicia de nuestro hermano Mons. Felipe Arizmendi Esquivel, Obispo Emérito de San Cristóbal de las Casas”.

¿Y qué dice Mons. Arizmendi?

En entrevista para la web Vatican News, explicó que recibe el cardenalato con “asombro y gratitud”, ya que se trata de “un reconocimiento para la Iglesia y particularmente, para las comunidades indígenas”, con las que ha podido trabajar durante años, haciendo alusión al trabajo pastoral de Samuel Ruiz García (1924-2011).

– ¿Cómo se confía usted al pueblo al que ha servido desde hace años, sobre todo a la gente de la Diócesis con la que ha trabajado en Chiapas?

En primer lugar, yo soy deudor de mi país, de mi pueblo: un pueblo sencillo, campesino, agrícola y trabajador. Después soy deudor de la Iglesia que me formó, en la que he servido como vicario en parroquias de varias diócesis, y luego como párroco en comunidades indígenas en la Diócesis de Toluca y después en Chiapas, en la Diócesis de Tapachulas, donde trabajé nueve años sirviendo a las comunidades. Allá es una zona muy pluricultural, hay desde chinos, japoneses, alemanes, y muchos migrantes sobre todo centroamericanos.

Empero, recuerda en la entrevista su labor especial en la diócesis de San Cristóbal de Las Casas, que es mayoritariamente indígena, donde asegura que ha tratado de seguir “el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo”, y de sus obispos antecesores, sobre todo, de Samuel Ruíz, “que se desgastaron tanto por los indígenas”.

En el fondo el nombramiento papal a Felipe Arizmendi es al trabajo pastora indígena, y en recuerdo a don Samuel Ruiz García.

https://twitter.com/IglesiaMexico/status/1320388746735333378

En febrero de 2016, el papa Francisco decidió ir a San Cristóbal de las Casas, donde pidió perdón por los crímenes de la conquista de América, y oró en la tumba del obispo guanajuatense.

La visita a Chiapas estuvo cargada de magia y mucha emoción: fue un encuentro inédito.

El servicio religioso por su colorida vista, evocó al cuento de las 1001 noches; eentonces, el papa utilizó una mitra, casulla y el báculo con motivos indígenas y en lugar de usar el incensario común empleó un sahumerio de barro.

Francisco alabó entonces la relación que los pueblos indígenas tienen con la naturaleza y recordó que muchas veces no han sido comprendidos por la sociedad. Ahí en su tierra les pidió perdón por tantos años de exclusión y discriminación: “muchas veces, de modo sistemático y estructural, sus pueblos (indígenas) han sido incomprendidos y excluidos de la sociedad. Algunos han considerado inferiores sus valores, su cultura y sus tradiciones (…) ¡Qué tristeza! Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia y aprender a decir: ¡Perdón!”, manifestó.

Al final de la misa, Francisco entregó el decreto de autorización del uso de lenguas indígenas en la liturgia.

Después y antes de abandonar el lugar, algunos representantes de las comunidades indígenas agradecieron a Francisco su cariño y atención, y de regalo le dieron la Biblia traducida al tzeltal y tzotzil.

Posdata… Cuando el papa anunció su visita a México, y en especial a Chiapas hubo reacciones adversas en la CEM

Recuerdo que le pregunta el teólogo y periodista José Manuel Vidal a don Felipe Arizmendi…

-¿Qué sintió, cuando se enteró por vez primera que el Papa Francisco iba a México y a Chiapas?

-Fue una sorpresa- respondió. Nunca me imaginé que él quisiera venir a San Cristóbal. Cuando se anunció que vendría a México, mandamos a la CEM nuestra petición de que nos visitara, pero no teníamos muchas esperanzas de que se aceptara nuestra propuesta. Cuando se definió que vendría a nuestra diócesis, lo vi como una caricia de Dios hacia los indígenas, como un signo de que el Papa es coherente con sus discursos: quiere estar en las periferias existenciales. Nos sentimos todos privilegiados”.

Entonces, Arizmendi, le dijo al periódico Reforma que “había personas de México que no estaban de acuerdo que viniera precisamente a San Cristóbal, porque aún tienen desconfianzas políticas y eclesiales hacia esta región”.

No dijo el obispo quién o quiénes se opusieron a esa visita, quizá fue el gobierno o algunos obispos de la CEM. Lo que sí sabemos es que la decisión de ir a San Cristóbal fue del mismísimo Papa, y nadie le dijo que no…este domingo se anunció su birrete cardenalicio.