Palabras del Arzobispo Primado en la 105 Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano.

Al presidir la misa en el segundo día de trabajos de la 105 Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano, el cardenal Carlos Aguiar Retes subrayó lo importante que es para la iglesia “una administración honesta, transparente, solidaria y subsidiaria de los bienes”, pues “a veces hablamos tanto y solamente de las cosas celestiales, que las dejamos sin referencia a las cosas terrenales”.

En su homilía, ante más de cien obispos que participan en la asamblea, Carlos Aguiar dijo que “la administración económica es una grave e indispensable responsabilidad”, por eso consideró que “hoy los obispos necesitamos que cada Iglesia particular tenga conciencia clara de la importancia de llevar una administración honesta, transparente, solidaria y subsidiaria de los bienes; y para ello es necesaria la colaboración de los presbíteros y de los fieles laico”.

Añadió que se debe “considerar la administración de los bienes como un factor fundamental para la pastoral. De manera que entendamos que la buena administración hará posible la puesta en común de los recursos humanos, estructurales y financieros en beneficio de la comunidad eclesial de cada Diócesis”.

Aguiar retes explicó que “la vida del espíritu nos conduce sin saber de antemano el camino preciso a recorrer. Los pasos los debemos ir descubriendo, mediante el discernimiento en momentos coyunturales y auxiliados por las estructuras previstas, en el tema de la administración de los bienes, con la ayuda de los Consejos de Asuntos Económicos, tanto Diocesanos como Parroquiales. Responder a nuestras necesidades temporales, nos capacitará para descubrir las celestiales”.

El Arzobispo Primado de México agregó que “me atrevo a afirmar que a veces hablamos tanto y solamente de las cosas celestiales que las dejamos sin referencia a las cosas terrenales. Cuando el testimonio de Jesús fue encarnarse para hablarnos de la vida humana y sus contextos terrenales. Eso sí, orientando la experiencia terrenal a la meta y destino celestial, entenderemos que el cuidado de las responsabilidades temporales es el camino de la vida hacia la eternidad”.

Para el cardenal Aguiar, “la relación entre la administración económica y la acción pastoral será un testimonio magnífico y convincente de la vida del Espíritu, como lo fue en la Iglesia naciente. Auxiliémonos unos a otros, y animémonos a recorrer este camino sinodal con responsabilidad social, recordando que hemos sido llamados para esta misión por Dios Padre, quien está dispuesto a concedernos la gracia del Espíritu Santo”.