La mano negra en la UNAM
La “mano negra” es una expresión que la usamos muchas veces para significar que cuando las cosas se ponen mal y directamente no se ve el motivo, detrás de todo ello hay intereses muy particulares que, o bien pueden ser de individuos o de grupos. Pero lo que buscan es desestabilizar a alguna institución o al mismo gobierno. Por eso en los cierres de algunas de las instalaciones de la UNAM todos dicen que hay mano negra, es decir, que hay personas muy poderosas que buscan tumbar al rector Enrique Graue. No nos ha de extrañar. En su reelección intervinieron muchos factores a su favor y con amplia mayoría fue reelegido. Parece que no gustó a algunos que buscaban otro candidato o candidata a su modo. El mismo Presidente de la República comenzó a decir que había mano negra en los conflictos de la Institución y “de ahí pal real”. Todo hablamos de mano negra, pero hasta ahora nadie se atreve a decir de quién o de quiénes son esa o esas manos negras. Creemos que es hora de desenmascarar a esos radicales que solo buscan desestabilizar y crear conflictos innecesarios. Estamos seguros que estarán recibiendo buena “lana” por sus desmanes.
Prestanombres y castigos
Llegaba la noticia que uno de los diputados, no nos interesa el partido, ha presentado una iniciativa para que se castiguen a los que usan prestanombres para evadir o desafanarse de sus obligaciones o bien, ante el fisco o ante la misma justicia. De entrada nos parece muy interesante dicha iniciativa, habrá que ver si prospera porque quien más quien menos, todos, y digo todos, de una manera y otra, nos valemos de otras personas para evitar que nos identifiquen o evitar que nuestra imagen se vea deteriorada. Es cierto que los que abusan de su poder o de sus prebendas, no tienen el menor escrúpulo de utilizar a los que le sirven para cometer fechorías. Nada más hay que darse una vuelta por alguno de los reclusorios y siempre se te acerca alguna persona para quejarse de su situación debido a que su patrón o jefe, le pidió que firmara, si es en una empresa, un cheque o algo similar y luego aquello se convirtió en un delito por una u otra causa. El tal individuo que tenía firma en la chequera, confió en las buenas intenciones de su jefe y luego lo traiciona. A esos pillos, sí habría que castigarlos y no al que firmó ya que no tenía otra alternativa o el ser despedido. En fin, no será fácil que esta ley pase porque hay muchos intereses por medio. El hecho de que se debata, ya es positivo.
AMLO y los coordinadores parlamentarios
Finalmente se dio la reunión entre el Presidente de la 4T y los coordinadores de los grupos parlamentarios. Celebramos que estos encuentros se den, algo que tendría que hacerse con regularidad para el bien del país y en concreto de los mismo ciudadanos. Los diálogos acercan, los distanciamientos alejan. Es norma general que el Ejecutivo se reúna con la oposición para escucharse y de este modo, corregir, si fuera el caso, algunas iniciativas que en definitiva perjudican a la ciudadanía. Los gobiernos de turno deben escuchar a todos y en esa escucha encontrar puntos de acuerdo que beneficien a todos. En un diálogo hay que saber ceder y saber proponer. Vemos que hasta ahora, un gobierno que tiene en sus manos todos los poderes, ha mostrado muy poca actitud de diálogo con sus opositores. Un gobierno que así actúa, no es buen gobierno aunque quiera presumir que tiene los mejores programas para la población. Por eso, felicitamos al Presidente por esta iniciativa y que no sea solo para, como se suele decir, “taparle el ojo al macho”, es decir, para quedar bien y que los medios no critiquen la soberbia y el orgullo que muchas veces se presenta.
Eliminar puentes y abrir “brechas”
No hay mañanera que no nos sorprenda nuestro Presidente. Unos le llaman ocurrencias, otros, estrategias bien fundadas. Sea lo que sea, es curioso que siempre da noticia. Ayer nos sorprendió con el tema de eliminar los “puentes largos” del fin de semana porque dice que los ciudadanos se olvidan de los acontecimientos cívicos nacionales. Los “puentes” siempre se han dado y se seguirán dando. Cuando se tenía la forma de celebrar la festividad en el mismo día que le correspondía y, si esta celebración caía en martes o jueves, incluso en medio de la semana, mucha gente hacía puente sin mayor remordimiento. De seguro que con ello tampoco se incentivaba y se conocía mejor la celebración, o bien del día de la bandera, de la constitución y otra fiesta nacional. Sr. Presidente, el tema no es eliminar, el tema es formar e informar a la ciudadanía para que sepa y conozca la fiesta que se celebra. Quitar y poner no será la solución. Además se ve como una imposición. Lo mejor, sería un debate nacional, no hecho a modo, sino un debate donde la ciudadanía hable y se exprese. A eso se le llama democracia. Las imposiciones, se les conoce como dictaduras.
