En su reciente gira por Grecia, el papa Francisco se reunió de manera informal con hermanos jesuitas. El encuentro ocurrió la tarde del sábado 4 de diciembre en la sede de la Nunciatura apostólica; la reunión fue privada..

En un artículo difundido este  jueves 16 de diciembre, en la revista La Civiltá Cattolica, el teólogo jesuita Antonio Spadaro comenta lo que ocurrió la tarde del sábado 4 de diciembre,.

https://www.laciviltacattolica.es/2021/12/16/la-logica-de-lo-inexplicable/

La reunión duró 60 minutos y la encabezó  el superior de la compañía Pierre Salembier acompañado del el arzobispo de Atenas, Theodoros Kodidis SJ junto con casi todos los jesuitas que trabajan en Grecia.

Francisco les comentó que.

“La Compañía de Jesús entró en una crisis de fecundidad cuando quiso regular todo el desarrollo creativo con el Epítome[3]. Asumió como General el padre Pedro Arrupe[4] e hizo todo lo contrario: renovó la espiritualidad de la Compañía y la hizo crecer. Esta es una gran actitud: hacer todo bien y luego retirarse, sin ser posesivo. Hay que ser padres, no patrones, tener la fecundidad del padre. Ignacio dice una cosa maravillosa en las Constituciones: que los grandes principios tienen que encarnarse en las circunstancias de lugar, tiempo y personas. Y esto gracias al discernimiento. Un jesuita que actúa sin discernir no es un jesuita.”

El padre Sébastien Freris de 84 años y quien ha realizado varios trabajos pastorales en parroquias y con jóvenes, le comentó  al Papa que hubo un tiempo en que la comunidad (jesuita) era numerosa y muy activa, y daba mucho al país. Muchas de nuestras obras eran de carácter cultural e intelectual, de apertura al diálogo. Una de estas actividades era la publicación de una revista. Ahora la situación es de debilidad. Los jesuitas hacen lo que pueden con las pocas fuerzas a disposición, dijo..

El Papa le respondió:

“Algo que llama la atención es el debilitamiento de la Compañía. Cuando yo entré al noviciado éramos 33, 000 jesuitas. ¿Cuántos somos hoy? Más o menos la mitad. Y seguiremos disminuyendo en número. Es un dato común para muchas órdenes y congregaciones religiosas. Tiene un significado, y nosotros debemos preguntarnos cuál es. En definitiva, esta disminución no depende de nosotros. La vocación la manda el Señor. Si no llega, no depende de nosotros. Creo que el Señor nos está dando una lección para la vida religiosa. Para nosotros tiene un significado en el sentido de la humillación. 

En los Ejercicios Espirituales Ignacio apunta siempre a esto: la humillación. El jesuita no puede quedarse en el nivel de la explicación sociológica para entender la crisis vocacional. Esta es, cuanto más, una verdad a medias. La verdad más profunda es que el Señor nos lleva a esta humillación de los números para abrir a cada uno la vía al “tercer grado de la humildad”[5], que es la única fecundidad jesuita que vale. El tercer grado de humildad es la meta de los Ejercicios. La gran revista científica ya no existe: ¿qué quiere decir el Señor con esto? ¡Humíllate, humíllate! No sé si me explico. Debemos acostumbrarnos a la humillación.

Notas:

3.- El Papa hace referencia a una especie de resumen práctico usado por la Compañía y reformulado en el siglo XX, que fue visto como un reemplazo de las Constituciones. La formación de los jesuitas de la Compañía fue plasmada por un tiempo por este texto. Para Francisco, en la Compañía durante este período las normas corrieron el riesgo de abrumar el espíritu. ↑

4.- Prepósito General de la Compañía de Jesús entre 1965 y 1983. En 2019 fue proclamado Siervo de Dios. ↑

Los jesuitas hoy:

La Compañía de Jesús es una Orden Religiosa de la Iglesia Católica, fue fundada por San Ignacio de Loyola en 1540 –aprobada por Paulo III- . A lo largo de su vida, ha sufrido muchos avatares, entre otros, fue suprimida por el Papa Clemente XIV en 1773 y más tarde restituida por el Papa Pío VII en 1814.

Hoy se encuentra extendida por 127 países a través de 85 provincias en los que miles de jesuitas trabajan por la evangelización del mundo, en defensa de la fe y la promoción de la justicia, en permanente diálogo cultural e interreligioso.

Hace cuarenta años en la época del padre Manuel Arrupe (1965-1991) los jesuitas llegaron a tener más de 36 mil miembros en el mundo,  de los cuales 20,301 habían sido ordenados sacerdotes; desde entonces hubo una disminución de su número, debido entre otras causas, a la escasez de vocaciones y a numerosas secularizaciones, que ha motivado la unificación de algunas provincias y el cierre de obras o el traspaso de la dirección de algunas a seglares.

En 2020 eran 15,306 miembros de los cuales 11,049 eran sacerdotes ordenados..

Desde octubre de 2016, el padre general de la Compañía es Arturo Sosa Abascal, SJ, proveniente de de la Provincia de Venezuela; recibe el titulo oficial de Prepósito General de la Compañía de Jesús, y se suele referir a él como Padre General.

Imagen de Vatican News