El papa Francisco se reunió este jueves 13 de mayo en el Vaticano con el presidente de la República Argentina, Alberto Fernández, en una breve audiencia privada que duró apenas 25 minutos.

El encuentro se llevó a cabo con motivo de su viaje a Italia, que concluye la gira a Europa en la que visitó también Portugal, España y Francia. Fernández se reunirá también en Roma con el presidente de Italia, Sergio Mattarella, en el palacio del Quirinale y con el presidente del Consejo de ministros, Mario Draghi, en el palacio Chigi.

La audiencia con el Papa se realizó en esta ocasión en una sala contigua al aula Pablo VI del Vaticano, que se encuentra cerca de la Casa Santa Marta, y no en la biblioteca del palacio apostólico del Vaticano como es costumbre.

¿Por qué fue así?

Que cada quien interprete.

Después del encuentro privado se realizó el habitual intercambio de regalos y se hizo una foto final con la delegación que acompañaba al presidente argentino; entre ellos iban su esposa, Fabiola Yañez, la embajadora ante la Santa Sede, María Fernanda Silva, el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Solá, el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello, entre otros.

Francisco regaló a su paisano un mosaico que representa al hombre y la mujer que responden a la invitación del Señor en el Génesis (Gn 2,15) y cultivan la tierra, cuidándola. De hecho, en el mosaico está escrito: “Que el fruto de la tierra y del trabajo del hombre se convierta en alimento para la vida eterna”. Por su parte, el Presidente de Argentina ha regalado al Papa algunos libros, una estola, una estatua de San José con Jesús en brazos, unas hostias y miel producida por cooperativas de Argentina.

¿De que hablaron?

Dice el comunicado oficial que fue de “las buenas relaciones bilaterales existentes y la intención de desarrollar aún más la cooperación en los ámbitos de interés mutuo. También se ha hablado de la situación del país, con especial referencia a algunas problemáticas como la gestión de la emergencia pandémica, la crisis económica y financiera y la lucha contra la pobreza, señalando, en este contexto, la contribución significativa que la Iglesia católica ha ofrecido y sigue asegurando.

No se abordaron otros temas, como la reciente ley del aborto aprobada e impulsada por Fernández, y que entró en vigencia en enero pasado; ésta permite interrumpir el embarazo hasta la semana 14, o más allá si es producto de una violación o si la salud de la mujer está en riesgo.

Francisco, ha denunciado reiteradamente el aborto como una prueba de la “cultura del descarte” reinante, emitió un llamado de último momento antes de la votación en diciembre, con un tuit en el que dijo que Jesús “llegó al mundo como cada niño llega al mundo, débil y vulnerable”.

Después del encuentro con el Papa, el presidente Fernández se reunió con el secretario de Estado, Cardenal Pietro Parolin, y con el secretario para las Relaciones con los Estados, Mons. Paul Gallaghea