Los obispos mexicanos aplicarán una estrategia nacional de “tolerancia cero” contra los casos de pederastia a través del Equipo Nacional para la Protección de Menores por obispos, sacerdotes y laicos especializados e independientes. De esta forma se suman a los esfuerzos que realiza la Iglesia católica en el mundo para combatir los casos de pederastia.
La Conferencia del Episcopado Mexicano informó que integró este equipo a fin de prevenir y atender casos de abuso sexual infantil en el ámbito eclesial.
En un comunicado se informó que los obispos, en su 106 Asamblea Plenaria realizada la semana pasada, consideraron que la conformación de este equipo multidisciplinario es necesario porque “somos conscientes de las graves consecuencias del abuso sexual infantil en nuestro país y de la enorme responsabilidad que todas las instituciones tenemos en el tema de la prevención y atención.
“Es por esto que como acto prioritario y de unión con la Iglesia universal, el día 15 de noviembre aprobamos… la conformación oficial de un Equipo Nacional para la Protección de Menores, que será coordinado por la Secretaría General de la Conferencia del Episcopado Mexicano”.
Los objetivos del equipo son:
Elaborar y mantener actualizadas las políticas, los protocolos y/o manuales institucionales para la prevención y atención del abuso sexual infantil.
Apoyar a los obispos para la implementación de esos instrumentos según las circunstancias particulares y coadyuvar en la integración de equipos en las diócesis de protección a menores.
Diseñar estrategias para la creación de ambientes para menores conforme a los estándares nacionales e internacionales, así como la legislación aplicable.
Ofrecer a los obispos y a sus equipos pastorales, asesoría jurídica, canónica y psicológica para la atención integral de casos de abuso sexual infantil cometidos por clérigos, incluyendo la necesaria atención a las víctimas de éstos.
Además, impartir talleres de capacitación para presbiterios, para los equipos de formadores en seminarios y para los agentes de pastoral que tengan contacto con menores de edad.
