Nuestra apuesta es por el diálogo social para construir un camino de justicia y reconciliación que nos lleve a la paz.

Comunicado conjunto de de la Conferencia del Episcopado Mexicano, de los Superiores Mayores de Religiosos de México y de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús:
Oremos juntos por la justicia y la reconciliación para la paz.

La dirigencia de la Iglesia Católica en México alentó a todos los fieles en el país a elevar una oración especial a Dios por la paz en México:  ¡Inédito!

El papa Francisco tiene pleno conocimiento y avala a sus hermanos en México.

El mensaje está firmado por el arzobispo de Monterrey y presidente de la CEM, Mons. Rogelio Cabrera López; el obispo de Cuernavaca y secretario de la CEM, Mons. Ramón Castro Castro; la religiosa de la Congregación de la Santa Cruz, Hna.  Juana Ángeles Zárate Celedón  CSC, presidenta de la CIRM y el prepósito provincial RP Luis Gerardo Moro Madrid SJ, en nombre de los jesuitas mexicanos.

Tejer en Cristo nuevas relaciones: de la Fragmentación a la Unidad

A los Obispos, sacerdotes, vida religiosa, fieles y personas de buena voluntad de México:

Oremos juntos por la justicia y la reconciliación para la paz.

Los asesinatos y desapariciones que diariamente se cometen en el país son un llamado de Dios a unirnos para pedir por la paz. La sangre derramada de estos hermanos y hermanas es la sangre de Jesús que cae a la tierra para hacerla fértil y emprender un camino por la paz.

Son cuatro las acciones que les pedimos:

1.–  En todas las misas a celebrarse el próximo 10 de julio hacer memoria de todos los sacerdotes, religiosos y religiosas que han sido asesinados en el país y ofrecer la intención de la eucaristía por su vida para que su dolor nos acompañe en este camino por la paz. En los templos se pueden colocar fotografías de estos hombres y mujeres que han dado su vida por el pueblo de Dios y han recibido la muerte violenta.

2.- Este mes de julio les pedimos celebrar misas o realizar oraciones comunitarias en lugares significativos que representen a todas las personas que han desaparecido o sufrido una muerte violenta, sean homicidios dolosos, feminicidios, activistas sociales o cualquier otra persona en situación de exclusión o vulnerabilidad, ahí existe una herida que sanar y ahí está la fuerza que hoy necesita el país para construir la paz. Hacer memoria de la muerte y resurrección de Jesús, en estos lugares, transformará el miedo en fuerza para construir la paz.

3.- Como signo profético de nuestra Iglesia, las eucaristías del día 31 de julio pidamos por los victimarios, oremos por sus vidas y la conversión de sus corazones, tendamos la mano para recibirlos con el corazón arrepentido a la casa de Dios. Ellos también son nuestros hermanos y necesitan de nuestra oración. No más violencia en nuestro país.

4.- Cada Diócesis, Congregación Religiosa o Parroquia, definirá las acciones a emprender para abonar a este camino para la paz, como son horas santas, procesiones por la paz, mensajes al pueblo de Dios. Hoy necesitamos historias de esperanza, imágenes donde veamos a la comunidad orando y pidiendo por la paz. Les pedimos difundir sus acciones en las redes sociales.

Nuestra apuesta es por el diálogo social para construir un camino de justicia y reconciliación que nos lleve a la paz. Queremos abrir horizontes de diálogo para construir la paz. Estamos delante de un problema complejo que necesita de todos para atenderlo desde la raíz”, y así dejar que el Cristo Resucitado haga surgir una nueva mirada que permita construir los acuerdos que hoy México necesita.

Nos encomendamos a la Virgen de Guadalupe, quien siempre ha acompañado al pueblo de Dios, en los momentos más difíciles de su historia. Ahí está la Madre que nos regala un abrazo de paz y nos envía a ser peregrinos de la esperanza y unidad

Ciudad de México, a 4 de julio de 2022

Por la Iglesia de México, firmado.