En el largo vuelo de regreso a Roma a bordo de avión 8787-9 de la compañía All Nippon Airways, luego de su viaje apostólico a Tailandia y Japón, el Papa Francisco, como es costumbre, concedió una rueda de prensa en la que respondió las preguntas de 10 reporteros sobre varios temas. Uno de ellos fue sobre la pena de muerte.

TE PUEDE INTERESAR: Llama el Papa a proteger la vida contra la pena de muerte

Francisco aseveró que la pena de muerte es inaceptable en todos los casos, “porque es un ataque a la inviolabilidad y la dignidad de la persona”.

Elisabetta Zunica, de 47 Kyodo News, Japón: Hakamada Awao es un japonés condenado a muerte y ahora está a la espera de la revisión de su proceso. Estuvo presente en la misa realizada en el Tokyo Dome, pero no tuvo modo de hablar con usted. ¿Nos podría confirmar si estaba en el programa un breve encuentro con usted? Porque el tema de la pena de muerte en Japón es muy discutido. Hace más de un mes antes de la modificación sobre este tema se exigió la condena de 13 detenidos. Sobre este tema no hay una referencia en sus discursos de esta visita. ¿No se ha querido pronunciar en esta ocasión o ha podido conversar con el primer ministro?

Papa Francisco: Sobre ese caso de la pena de muerte no sabía de esa persona. Sobre el primer ministro: he hablado en general de muchos problemas, de condenas, de procesos eternos que no terminan nunca, sea con la muerte o sin muerte, pero he hablado del problema en general, que también se da en otros países: las cárceles sobrepobladas de gente que espera con una prisión preventiva sin la presunción de inocencia, espera y espera.

Hace 15 días intervine en un congreso internacional de derecho penal y he hablado seriamente del tema de las cárceles, de la precaución y luego la pena de muerte, que claramente se ha dicho que no es moral y no se puede dar. Creo que esto va unido a una conciencia que se desarrolla cada vez más. Por ejemplo, algunos países no osan la abolición por problemas políticos pero hacen la suspensión. Es un modo de declarar, sin declarar la cadena perpetua, por ejemplo.

Pero el problema de la condena siempre debe ser para la reinserción.

Una condena sin ventanas de horizonte no es humana. También el condenado a cadena perpetua debe pensar cómo puede reinsertarse, dentro o fuera, pero siempre el horizonte, la reinserción. Usted me dirá: pero hay condenados locos, que tienen un problema de enfermedad, de locura, incorregibles genéticamente, digamos así, pero busquemos el modo que al menos produzca, que les dé espacio, que los haga sentirse personas.

Hoy en muchas partes del mundo las cárceles están sobrepobladas. Son un depósito de carne humana, que en vez de crecer con salud muchas veces se corrompe de eso. Debemos luchar contra la pena de muerte lentamente, lentamente. Hay casos que me dan alegría porque hay estados o países que dicen nos detenemos. He hablado con el gobernador de un estado el año pasado y él antes de dejar su puesto la puso en suspensión, casi definitiva. Son pasos de conciencia humana. En vez de eso, otros países no han logrado todavía incorporarlo en la línea de la humanidad.