El Papa Francisco expresó al presidente de Siria, Bashar Hafez al-Assad, su preocupación por la crisis humanitaria que sufre este país, inmerso en una guerra civil desde 2011.
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El líder religioso envió una carta al presidente al-Assad a través del cardenal Peter Turkson, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
El documento fue entregado personalmente este lunes 22 de julio al presidente sirio en Damasco, quien recibió a una delegación donde también iba el cardenal Mario Zenari, nuncio apostólico en Siria, y el subsecretario del Dicasterio, Nicola Riccardi.
Según informó a los medios el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, la carta “expresa la profunda preocupación de Su Santidad el Papa Francisco por la situación humanitaria en Siria, con particular referencia a las condiciones dramáticas de la población civil en Idlib”.
El secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, dio a los medios más detalles del documento en la que el Papa “renueva su llamado para que sea protegida la vida de los civiles y preservadas las principales infraestructuras, como escuelas, hospitales y centros de salud”.
La terrible escena de la niña siria que murió salvando a su hermana pequeña. La ONU condena la "indiferencia" del mundo. pic.twitter.com/4JbsHUVmI2
— EL MUNDO (@elmundoes) July 26, 2019
“Realmente lo que está ocurriendo es inhumano y no se puede aceptar”, apuntó Parolin. Matizó que la intención de la carta del Papa no es política, solo “humanitaria”.
El Papa Francisco también “menciona la liberación de los detenidos y el acceso de las familias a la información sobre sus seres queridos” y en especial “por la situación de los presos políticos, a quienes no se pueden negar condiciones de humanidad”.
Junto a esos pedidos, el Papa realiza también “un renovado llamado a la recuperación del diálogo y de las negociaciones, con la implicación de la comunidad internacional”.
En Idlib, localidad del norte de Siria, se concentran los principales combates entre el ejército sirio, junto con sus aliados rusos, y fuerzas rebeldes contrarias al régimen de al-Assad.
En esa zona viven más de 3 millones de personas, de las cuales 1.3 millones son desplazados internos, obligados por el largo conflicto en Siria a encontrar refugio precisamente en aquella zona que había sido declarada desmilitarizada el año pasado.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de un reciente bombardeo por parte de aviones de guerra rusos sobre la ciudad que ha provocado la muerte de 19 personas y 50 heridos, la mayoría de ellos civiles.
