Los Obispos y la violencia
El Episcopado había estado muy silencioso ante la ola de violencia que hemos estado viviendo. Finalmente, el Presidente del Episcopado Mons. Rogelio Cabrera López se decidió a hablar y lo hizo con palabras fuertes. ¿Le habrán gustado estas opiniones a nuestro Presidente de la 4T? Ya sabemos que no le gustan las críticas, pero la realidad no se puede ocultar. El Estado es garante de la seguridad. Los ciudadanos debemos contribuir a ello. Sin embargo, denunciar situaciones de delincuencia, bien sea denuncia pública o anónima, es un “calvario” porque al final tienes que dar la cara y como dice el refrán: “puede salir más caro el caldo que las albóndigas”. Que los Ministerios Públicos garanticen la secrecía ante denunciar anónimas para proteger a los ciudadanos que quieren que cambien las cosas en este país.
Bolivia
Nuestro país hermano pasa por una situación delicada. Unos llaman “golpe de estado” lo ocurrido allá, otros le quieren llamar “evitar un derramamiento de sangre inútil”. Sea lo que sea, tenemos que aceptar aquel dicho: “el poder corrompe y si es absoluto, absolutamente”. Evo Morales se había empoderado y le gustaba tanto el poder que ya no lo quería soltar, aún, cuando el pueblo ya no quería que estuviera más tiempo en él. ¿Cuándo aprenderemos que, así como la vida tiene un fin, también nuestros puestos, sean del índole que sea tienen un finiquito. Nos creemos imprescindibles y pensamos que todo se vendrá abajo si nosotros nos retiramos. Todos somos necesarios, nadie es imprescindible. Mesías, solo hubo uno, todos los demás, son usurpadores. Saquemos la lección todos, especialmente los que tienen un puesto de elección popular.
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España querida…
La Madre patria acaba de tener elecciones y según parece están peor que en las anteriores. Parece que los españoles no se ponen de acuerdo y le será difícil al Sr. Sánchez agrupar a diferentes partidos para formar un gobierno estable. El mosaico partidista es desolador. Como buenos españoles, todos parecen tener la mejor parte y aquello será peor que un “aquelarre de conjuros. Claro que parece que ganó el radicalismo conservador. Parece que el espíritu humano prefiere ser gobernado por el autoritarismo que dejarse llevar por una verdadera democracia. A veces nos gusta que nos manden porque nos quitan la responsabilidad de tomar decisiones.
Violencia en Chile…
Las redes sociales nos ayudan a comunicarnos, pero también pueden ser nefastas porque nos dejamos llevar por las opiniones de quienes nos pueden manipular. En nuestro país hermano chileno, hemos venido escuchando que los jóvenes no dejan de protestar ante el gobierno de turno porque consideran que sus demandas no son atendidas. Chile es un pueblo que siempre ha luchado por la libertad, sin embargo, uno de los últimos acontecimientos que hemos visto, fue el saqueo de una Iglesia donde utilizaron las bancas y las imágenes religiosas como barricada contra la policía. ¿Hasta donde hemos llegado? Cuando la protesta se vuelve radical y contra los sentimientos religiosos de la gente, entonces esa protesta pierde todos sus visos de reivindicación.
