En la conferencia de prensa de este viernes 8 de julio, el presidente Andrés Manuel López Obrador habló que a él no no le importa muchos lo que digan los titulares de los medios impresos, ni muchos menos lo que le digan sus críticos, ya sean articulista o columnistas políticos: “las declaraciones así, contundentes, ¿no? atrevidas, en contra del presidente, nada de eso va a ser censurado”, presumió.

Señala que en su gobierno se garantizar el derecho a disentir; aseguró que son muy pocos los periodistas  que “hacen análisis objetivos, profesionales y que actúan con independencia, que argumentan”, pero que la mayoría “están dale y dale y dale, pues cansan y terminan por perder credibildad”, y que eso es propaganda, no información.

Afirmó que quien califica un gobernante en una democracia es el pueblo nadie más, y en ese contexto volvió a usar la imagen del papa Francisco;  cuatro días antes -el lunes 4- empleó una parte de una entrevista que le hizo  la periodista Bernarda Llorente, presidenta de la agencia de noticias oficial de la República Argentina, Télam..

Pidió colocar una pequeña parte de la entrevista donde Francisco habla de la religiosidad popular en América  Latina “una Iglesia que supo cultivar las periferias, porque la verdadera realidad se ve desde la periferia”.

Y vimos la cara de felicidad de AMLO viendo la entrevista desde su atril.

Y cuatro días después, de nuevo la imagen del papa Francisco en el salón Tesorería en Palacio Nacional…

¿Cómo fue?

Comentó:

“Me gustó mucho —les voy a compartir algo porque tiene que ver con los medios, aunque a los conservadores los enoja mucho— una parte de la entrevista que le hacen al papa, una periodista argentina, sobre los medios.

Vamos a verla porque, la verdad, la verdad, qué claro el papa Francisco. Sin duda, es el dirigente espiritual y político más importante del mundo, independientemente si somos creyentes o no, el dirigente espiritual y político más importante del mundo.

– ¿Más que (Joe) Biden?-, le preguntan.

“¡Que todos nosotros! que todos, gobernantes de China, de Rusia, de Estados Unidos, de países de nuestra América, de Europa, de líderes religiosos, intelectuales, comunicadores, que todos. En estos momentos eso es lo que opino”

Y agrega que esto “no tiene que ver con cuestiones religiosas, si somos creyentes o no, si tenemos una religión o somos librepensadores, agnósticos, ateos, no, estamos hablando de dirigentes que sí deben de ser escuchados”.

Vean esta reflexión (…) ¿Lo tienes? Es sobre los medios de comunicación y aplica para todo el mundo.”, apunto AMLO.

De nuevo, entró la entrevista que hizo Bernarda Llorente.  presidenta de la agencia de noticias Télam donde charló sobre los cuatro pecados del periodismo.

Transcripción del vídeo en Palacio Nacional:

Papa Francisco: “En Buenos Aires, el arzobispo. Y se me ocurrió hablar de los cuatro pecados de la comunicación, del periodismo:

Primero, la desinformación, decir lo que me conviene y callarme lo otro. No, decí todo, no podés desinformar, tenés que informar todo.

Segundo, es la calumnia. Se inventan cosas, a veces te destruye una persona con una comunicación.

Tercero, es la difamación, que no es calumnia, pero quizá una persona que en otra época la pensó de otra manera, pero su pensamiento cambió y que se yo, traerle lo que ya cambió. Es como si a vos adultos te trajeran pañales sucios de cuando eras chiquito; es decir, eras chico, era así, pensaba así, cambió, ahora es así. No difamar.

Y el cuarto pecado es la coprofilia; es decir, es el amor a la caca, el amor a la porquería, o sea, buscar ensuciar, buscar el escándalo por el escándalo…” (FINALIZA VIDEO)

– ¿Cómo lo ven? , dice el presidente , nadie le pregunta sobre el tema y comentó. “Bueno ya, vámonos. ¿Quién sigue?”

Hasta ahí.

Recomiendo leer la entrevista completa en Contextos..

Bernarda Llorente entrevista en exclusiva al papa Francisco.

Este tema que aborda el papa con su paisana no es nuevo, lo ha comentado otras ocasiones.

Leamos la retrospectiva:

Con periodista argentino Joaquín Morales Solá para el periódico bonaerense LA NACION, charló sobre ello, la entrevista se publicó el 22 de abril

-Usted le escribió a un comunicador que a los periodistas nos gusta la “coprofilia” y pareció una acusación a todos los periodistas. Una acusación general es siempre una acusación injusta. ¿Está de acuerdo?

-Por supuesto, pero yo no hice esa acusación. Lo que quise hacer es marcar las tentaciones a las que puede verse expuesto un periodista. De la misma manera, marco las tentaciones a las que pueden verse expuestos los sacerdotes, los obispos y ¡hasta los papas! (se ríe). Siempre hablo del periodismo como una “noble profesión” y así se lo dije a este periodista (por Gustavo Sylvestre). Si pensara que todos los periodistas practican la coprofilia, usted no estaría sentado hoy conmigo.

-Porque nos conocemos hace 30 años me sorprendió esa descripción del periodismo. ( se refiere a una entrevista que le hicieron en noviembre de 2016, abajo).

-Le repito: nunca hice semejante acusación contra todo el periodismo. Solo señalé las tentaciones. En realidad, la primera vez que hablé de la tentación de la “coprofilia” en el periodismo fue hace 20 años en una cena de Adepa. Me parece, de todos modos, que de las cuatro tentaciones que le marco al periodismo (desinformación, calumnia, difamación y coprofilia) la más grave no es la coprofilia, sino la desinformación. El periodismo es una profesión noble cuando cumple con su misión de informar. La desinformación es la cara opuesta a la información.

-¿Usted autorizó la publicación de esa carta?

-De ninguna manera. El periodista me preguntó si la podía hacer pública y yo le contesté que era mejor que no se conociera “para no echar querosene al fuego”. No quiero que queden dudas. Solo señalaba las tentaciones a las que pueden estar expuestos algunos periodistas. Nunca fue una acusación a todo el periodismo.

En noviembre de 2016

Francisco le dio una entrevista al semanario católico de Bélgica “Tertio” con motivo del fin del Jubileo de la Misericordia, y habló de los medios, mencionó la coprofilía -el hurgar en la basura-, al final..

-Una última pregunta, Santo Padre, una opinión sobre los medios de comunicación.

Papa Francisco…- “Los medios de comunicación tienen una responsabilidad muy grande. Hoy en día, en sus manos está la posibilidad y la capacidad de formar opinión. Pueden formar una buena o mala opinión. Los medios de comunicación son constructores de una sociedad. Por sí mismos, son para construir. Para intercambiar. Para fraternizar, para hacer pensar, para educar.

En sí mismos son positivos. Por supuesto que, como todos somos pecadores, también los medios pueden caer –los que hacemos medios, yo estoy acá usando un medio de comunicación- en hacer daño.

Y los medios de comunicación tienen sus tentaciones. Pueden ser tentados de calumnia (entonces, usados para calumniar y ensuciar a la gente), sobre todo en el mundo de la política; pueden ser usados como difamación (toda persona tiene derecho a la buena fama, pero por ahí en su vida anterior, o en su vida pasada, o hace diez años tuvo un problema con la justicia, o un problema en su vida familiar… entonces, sacar a la luz hoy eso es grave, hace daño, se anula a una persona).

En la calumnia se dice una mentira de una persona.

En la difamación se saca una carpeta –como decimos en Argentina, se hace un carpetazo-, y te sacan algo que es verdad pero que ya pasó. Y quizás ya pagó con la cárcel, o con la multa, o con lo que sea, ese delito. No hay derecho a eso. Eso es pecado y hace mal.

Y una cosa que puede hacer mucho daño en los medios de comunicación es la desinformación. Es decir, frente a cualquier situación decir una parte de la verdad y no la otra. ¡No! Eso es desinformar.

Porque vos, al televidente, le das la mitad de la verdad. Y por tanto no puede hacer un juicio serio sobre la verdad completa.

La desinformación es probablemente el daño más grande que puede hacer un medio. Porque orienta la opinión en una dirección, quitando la otra parte de la verdad. Y después, los medios yo creo que tienen que ser muy limpios, muy limpios y muy transparentes.

Y no caer –sin ofender, por favor- en la enfermedad de la coprofilia: que es buscar siempre comunicar el escándalo, comunicar las cosas feas, aunque sean verdad. Y como la gente tiene la tendencia a la coprofagia, se puede hacer mucho daño. Así que yo diría esas cuatro tentaciones. Pero son constructores de opinión y pueden edificar, y hacer un bien inmenso, inmenso.”

Y también se lo comentó a Jordi Evole en 2019…

Los pecados de periodistas y la compleja entrevista al Papa Francisco por Jordi Évole