Después del Ángelus de este domingo 4 de agosto, el Papa Francisco expresó sus condolencias por las víctimas de las masacres de El Paso, Texas; Dayton, Ohio, y San José, California.

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“Estoy espiritualmente cerca de las víctimas de la violencia que ha ensangrentado a (El Paso) Texas, California y Ohio en Estados Unidos, tocando a personas indefensas en los últimos días”, dijo desde la ventana del Palacio Apostólico que da a la plaza de San Pedro.

Francisco invitó a la multitud a unirse a su oración “por todos los que han perdido la vida, por los heridos y sus seres queridos”.

Tres tiroteos tuvieron lugar en Dayton, en un bar en Ohio, en un centro comercial en El Paso, Texas, y en un patio de comidas cerca de San José, California, el 27 y 28 de julio.

Condena de los obispos americanos

“La violencia vinculada al uso de armas de fuego se ha convertido en una plaga que continúa sin control y se extiende por todo el país”, comentó el cardenal Daniel Di Nardo, arzobispo de Galveston-Houston y presidente de la Conferencia Episcopal de EU.

“Las cosas deben cambiar y por eso, una vez más, se pide una legislación eficaz que aborde las razones por las cuales en las comunidades americanas continúan ocurriendo estos inimaginables y repetidos episodios de violencia armada y homicida”, señalaron en un comunicado los obispos estadunidenses.

El obispo de El Paso, Texas, monseñor Mark Seitz, organizó una vigilia de oración por las víctimas durante la noche, mientras que monseñor Gustavo García-Siller, obispo de San Antonio, destacó en una nota la “gratitud a la policía y al personal de emergencia que fueron los primeros en llegar al lugar de este atroz crimen y cuyas acciones, sin duda, han salvado otras vidas”.

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En Twitter, Alfonso Miranda, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, escribió: “Descansen en paz, tantos hermanos y hermanas muertos en México y EU. Dios nos conceda la gracia de trabajar incansablemente por la paz, más allá de murallas y fronteras. #ElPaso”.

¿Qué ocurrió en El Paso, Texas?

Un joven blanco de 21 años, Patrick Wood Crusius, entró armado con un fusil de asalto AK-4 a una tienda comercial en El Paso, Texas, y disparó contra la gente que estaba de compras, la mayoría hispana.

Al menos 20 personas murieron y otras 26, incluidos niños, resultaron heridas en el peor incidente con armas de fuego que se registra desde noviembre de 2017 en EU.

De las personas caídas, siete son mexicanos: Sara Esther Regalado, Adolfo Cerros Hernández; Jorge Calvillo García, Elsa Mendoza, Gloria Irma Márquez, María Eugenia Legarreta Rothe e Iván Filiberto Manzano.

El atacante fue detenido en la tienda y las autoridades le atribuyen un documento, publicado online, en el que apoya puntos de vista de nacionalismo blanco y racismo.
El tiroteo es considerado el octavo más mortal en la historia moderna de EU.

Los investigadores indagan varios cargos potenciales con que acusar al sospechoso, incluyendo “crímenes de odio”.

El fiscal federal del Distrito Occidental de Texas, John Bash, declaró que el tiroteo está siendo tratado como un “caso de terrorismo doméstico” y delito de odio.

El fiscal Jaime Esparza anunció que solicitará la pena de muerte.

Patrick Wood Crusius había escrito un manifiesto de cuatro páginas titulado Probablemente voy a morir hoy. El manifiesto habría sido publicado en el foro de internet 8chan, que es el más popular entre la ultraderecha estadunidense, explicando por qué iba a llevar a cabo el ataque.

La primera frase del texto es: “En general, apoyo al hombre que disparó en Christchurch y su manifiesto”, en referencia al neonazi que asesinó a 51 personas en una mezquita de esa cuidad neozelandesa.

El texto expresa posturas racistas y habla del ataque como “una respuesta a la invasión hispana de Texas”.

“Los hispanos tomarán el control del Gobierno local y estatal de mi amado Texas”, dice el manifiesto y agrega que “la abundante población hispana en Texas nos convertirá en un bastión de los demócratas”.

El asesino habría conducido su vehículo cerca de nueve horas en dirección a la frontera para cometer la matanza. El ataque iba dirigido a mexicanos. De hecho, Crusius dijo a la policía tras la matanza: “Mi objetivo era matar el mayor número de mexicanos posible”.

En los últimos meses, El Paso ha estado en el centro del debate político nacional, ya que a ella han llegado miles de familias migrantes procedentes de Centroamérica.

Reacciones

El presidente Donald Trump ordenó ondear a media asta las banderas de EU hasta por 5 días en honor a las víctimas de las matanzas en Ohio y Texas.

“En señal de respeto solemne por las víctimas de estos terribles actos de violencia (…) ordeno izar a media asta la bandera de Estados Unidos en la Casa Blanca y en todos los edificios públicos. Condenamos estos actos de odio y cobardes”, señaló en un comunicado.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador México consideró el ataque en El Paso como un acto de terrorismo contra mexicanos.

“El discurso xenófobo y racista conduce a los crímenes de odio. La comunidad hispana contribuye de manera fundamental a la sociedad estadunidense. Necesitamos trabajar por la paz en comunidades ambos países”, escribió en su cuenta de Twitter Martha Bárcena, embajadora de México en EU.

El canciller Marcelo Ebrard anunció una serie de acciones diplomáticas, legales y de protección para la comunidad con el fin de buscar justicia para las víctimas. “Estamos indignados; nunca más deben ocurrir estos crímenes de odio”, expuso.

Ebrard dijo que su oficina ha estado en comunicación y proporcionado información a la Fiscalía General de la República (FGR) para que, con respeto a su ámbito de acción, y en caso de que así lo decida el titular de la FGR, se inicie una denuncia por terrorismo en contra de nacionales mexicanos en territorio de Estados Unidos.

“En su caso, se hará una valoración que tendrá a su cargo la Fiscalía General de la República en solicitar si hay los elementos necesarios para la extradición del autor o los autores de este hecho”, subrayó.

“Que nadie se extrañe, porque para México este individuo es un terrorista”, agregó.
¡Lo que está pidiendo Ebrard es un hecho inédito!

Debemos apoyar la demanda de Ebrard sin precedente, pero no es fácil.

El debate tema de las armas es una discusión interna que quizá se reabra de nuevo, sinceramente no creemos que avance…

El 16 de enero de 2013 el entonces presidente Barack Obama anunció que enviaría al Congreso norteamericano sus propuestas para controlar el uso de las armas de fuego, sobre todo de uso militar, luego de los hechos lamentables de la escuela primaria Sandy Hook, en Newtown, Connecticut, que cobró la vida de 20 niños y seis adultos, quienes fueron asesinados brutalmente y sin motivo alguno por un individuo esquizofrénico con un rifle de asalto AR-15 calibre 223.

Los hechos lograron conmocionar al mundo entero y sobre todo a la sociedad norteamericana. El golpe fue tan severo que los obligó a reabrir el viejo debate sobre el uso y control de las armas de fuego.

El asunto quedó ahí, nada se pudo hacer contra el poderoso RIFLE, como se conocer a la National Rifle Association (la NRA).

Por alguna razón, los norteamericanos tienen un especial amor a las armas de fuego; su tenencia es algo sagrado, y además se encuentra respaldado en la segunda enmienda de su Constitución aprobada el 15 de diciembre de 1791, que simplemente les da el derecho a la posesión de armas, sin limitaciones.

https://twitter.com/GobiernoMX/status/1158195921055649798?s=20

Ojalá Ebrard sepa lo que planea hacer.

Alzar la voz firmemente como lo hizo el domingo es muy bueno, pero ¿iniciar una denuncia por terrorismo en contra de nacionales mexicanos en territorio de EU? Y además intentar extraditar al asesino, suena fantasioso.

Además estamos ante un crimen de odio.

En lo personal no creo ni siquiera en el “terrorismo doméstico”.

De ser así, muchos asesinos hubieran sido condenados como terroristas. Ahí está el caso de Robert Bowers, quien en octubre de 2018 abrió fuego contra personas que se encontraban orando en una sinagoga en Pittsburgh. “Todos los judíos deben morir”, gritó antes de abrir fuego y disparar durante unos 20 minutos. En el acto mató a 11 personas, además que dejó a varias heridas. Fue el ataque más sangriento perpetrado contra judíos en la historia de EU.

¿Fue un acto terrorista?

No fue considerado así. Bowers fue culpado de 29 cargos de crímenes federales, incluyendo 11 cargos por la obstrucción de la libre práctica de las creencias religiosas (crimen de odio) y 11 por el uso de una arma de fuego para cometer asesinato.

En lo que va de año se han producido alrededor de 250 tiroteos múltiples en EU, con casi un millar de víctimas, cerca de 250 de ellas mortales.