El Papa vuelve a celebrar una misa con fieles presentes

La misa tuvo lugar en la Basílica de San Pedro, luego de 69 días de aislamiento; estuvo dedicada a celebrar el centenario del natalicio de San Juan Pablo II

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Después de 69 días de aislamiento a causa de la emergencia sanitaria por el covid-19, este lunes el Papa Francisco celebró en la Basílica de San Pedro la primera misa celebrada con fieles.

Frente a la tumba de San Juan Pablo II, y ante unas 30 personas separadas en bancos, Su Santidad dedicó la misa para celebrar los 100 años del natalicio de Karol Wojtyla.

Durante su homilía, el Papa Francisco destacó los tres rastros del “buen pastor” que tenía San Juan Pablo II: “oración, cercanía a la gente y amor a la justicia”.

“San Juan Pablo II era un hombre de Dios porque rezaba y rezaba mucho a pesar del arduo trabajo que tuvo para guiar a la Iglesia…no era un hombre separado de la gente. Por el contrario, fue a buscar a la gente y viajó por todo el mundo encontrando a su gente, buscando a su gente, acercándose.

“Un pastor que no está cerca de la gente, no es un pastor, es una jerarquía, es un administrador, quizás bueno, pero no es un pastor”, subrayó.

El Pontífice también reconoció que Karol Wojtyla era “un hombre que quería justicia: justicia social, justicia de los pueblos, justicia que aleja las guerras”.

En la misa participaron los cardenales Angelo Comastri y Konrad Krajewski, además de los monseñores Piero Marini y Jan Romeo Pawlowski, así como un pequeño coro de religiosas.

Videomensaje

Este martes, el Papa Francisco llamó a los jóvenes polacos a ser valiente como  “Jesús, el señor del riesgo”.

Al continuar con las celebraciones por el centenario se San Juan Pablo II, Su Santidad emitió un videomensaje dirigido a los jóvenes de Polonia y en recuerdo a la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia, que se celebró hace 4 años.

“Queridos jóvenes, esto es lo que deseo para cada uno de ustedes: entrar en Cristo con toda su vida. Y espero que las celebraciones del centenario del nacimiento de San Juan Pablo II inspiren en ustedes el deseo de caminar con valentía con Jesús, que es el Señor del riesgo, es el Señor ‘de siempre más allá'”, subrayó el Pontífice.

Manifestó: “San Juan Pablo II fue un extraordinario regalo de Dios a la Iglesia y a Polonia, su tierra natal. Su peregrinación terrenal, que comenzó el 18 de mayo de 1920 en Wadowice y terminó hace 15 años en Roma, estuvo marcada por la pasión por la vida y la fascinación por el misterio de Dios, el mundo y el hombre”.

Por ello, “queridos chicos y chicas, todos y cada uno de ustedes llevan la huella de su familia, con sus alegrías y sus penas. El amor y el cuidado de la familia es un rasgo característico de Juan Pablo II. Su enseñanza es un punto de referencia seguro para encontrar soluciones concretas a las dificultades y desafíos de las familias de hoy”.

Su Santidad remarcó que “los problemas personales y familiares no son un obstáculo en el camino hacia la santidad y la felicidad. Tampoco lo eran para el joven Karol Wojtyła, que sufrió la pérdida de su madre, hermano y padre cuando era niño. Como estudiante, experimentó las atrocidades del nazismo, que le quitó tantos amigos. Después de la guerra, como sacerdote y obispo tuvo que enfrentarse al comunismo ateo”.

“Las dificultades, incluso las más duras, son una prueba de madurez y fe; una prueba que sólo puede ser superada confiando en el poder de Cristo que murió y resucitó”, reiteró.