Hace un mes, el día que Benedicto XVI cumplió 93 años, recibió como regalo la biografía “Benedicto XVI. Una vida”, escrita por el periodista alemán Peter Seewald, que fue lanzada al mundo el lunes 4 de mayo por la editorial Droemer Knaur, con sede en Munich.

De momento el libro sólo está disponible en alemán. En noviembre se publicará en EU una traducción al inglés con el título “Benedicto XVI. La biografía; volumen uno”. Semanas después de ahí será traducido al español.

La obra abarca toda su vida, desde su nacimiento hasta la renuncia al pontificado.

Dividido en seis partes y 74 capítulos, el volumen está rematado con un epílogo sobre los años transcurridos desde que abandonó el pontificado y algunas preguntas y respuestas incorporadas al texto, encabezadas por una de sus respuestas: “La amistad personal con el papa Francisco no sólo se mantuvo, sino que creció”.

En una amplia entrevista al final del libro, de mil 184 páginas, el Papa emérito hizo el comentario en respuesta a una pregunta sobre lo que había querido decir en su toma de posesión en 2005, cuando instó a los católicos a rezar por él “para que no pueda huir por miedo a los lobos”.

Empero, le precisó a Seewald que no se refería a asuntos internos de la Iglesia, como el escándalo Vatileaks, que condujo a la condena de su mayordomo personal, Paolo Gabriele, por robar documentos confidenciales.

“Por supuesto, cuestiones como Vatileaks son exasperantes y, sobre todo, incomprensibles y muy inquietantes para las personas en el mundo en general”, le dijo a Seewald.

“Pero la verdadera amenaza para la Iglesia y, por lo tanto, para el ministerio de San Pedro no consiste en estas cosas, sino en la dictadura mundial de ideologías aparentemente humanistas y contradecirlas constituye una exclusión del consenso social básico”, subrayó.

En la biografía, Ratzinger reitera su oposición al matrimonio homosexual, afirmando que ve en él la obra del “Anticristo”, una fuerza maléfica que busca reemplazar a Jesucristo.

“Hace cien años todos hubieran pensado que era absurdo hablar de matrimonio homosexual. Hoy, el que se opone es socialmente excomulgado. Lo mismo se aplica al aborto y la producción de seres humanos en el laboratorio.

“La sociedad moderna está en el proceso de formular un ‘credo anticristiano’, y resistirlo se castiga con la excomunión social. El miedo a este poder espiritual del Anticristo es, por lo tanto, demasiado natural y realmente se necesitan las oraciones de toda una diócesis y de la Iglesia universal para resistirlo”, afirmó.

En la entrevista, confirmó que había escrito un testamento espiritual que podría publicarse después de su muerte, al igual que el papa San Juan Pablo II.

Dijo que había acelerado la causa de Juan Pablo II debido al “obvio deseo de los fieles”, así como al ejemplo del Papa polaco, con quien había trabajado estrechamente durante más de dos décadas en Roma.

Precisó que su renuncia al pontificado aquella mañana del 11 de febrero de 2013, y hecha efectiva a las 20 horas del 28 de febrero, no tenía “absolutamente nada” que ver con el episodio que involucraba a Paolo Gabriele, y explicó que su visita de 2010 a la tumba de Celestino V, el último pontífice en renunciar antes de Benedicto XVI, fue “bastante casual”.

Lamentó la reacción a sus diversos comentarios públicos desde su renuncia, citando críticas a su homenaje leído en el funeral del cardenal Joachim Meisner, en 2017, en el que dijo que Dios evitaría que el barco de la Iglesia volcara.

Explicó que sus palabras fueron “tomadas casi literalmente de los sermones de San Gregorio Magno”.

Seewald le pidió al Papa emérito que comentara sobre la dubia (en español duda, que en la Iglesia es la forma en que se presentan las preguntas a documentos o prácticas religiosas) presentada por cuatro cardenales —los alemanes Walter Brandmüller y Joachim Meisner, así como el italiano Carlo Cafarra y el estadunidense Raymond Burke— al Papa Francisco en septiembre de 2016 con respecto a la interpretación de su exhortación apostólica Amoris laetitia, sobre la comunión a los divorciados en nueva unión.

Su respuesta fue que no quería comentar directamente, pero se refirió a su última audiencia general del 27 de febrero de 2013. Resumiendo su mensaje de ese día, dijo: “En la Iglesia, en medio de todos los esfuerzos de la humanidad y el poder confuso del espíritu maligno, uno siempre será capaz de discernir el sutil poder de la bondad de Dios.

“Pero la oscuridad de sucesivos períodos históricos nunca separará el completo gozo de ser cristiano… Siempre hay momentos en la Iglesia y en la vida del cristiano en los que uno siente profundamente que el Señor nos ama, y este amor es alegría, es felicidad”.

El editor dijo que Seewald se pasó muchas horas en el año 2028 hablando con Benedicto XVI para el nuevo libro. También conversó con su hermano, Georg Ratzinger; y su secretario personal, monseñor Georg Gänswein.

Seewald dijo hace poco que le había mostrado al Papa emérito algunos capítulos del libro antes de su publicación.

El periodista alemán ha realizado cuatro extensos libros de entrevistas con Benedicto XVI. El primero, La Sal de la tierra, se publicó en 1997 cuando el futuro pontífice era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Fue seguido por Dios y el mundo, en 2002, y Luz del mundo, en 2010.