Hace unos días el papa Francisco nombró al obispo italiano Marcello Semeraro como nuevo prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, oficina de la que Monseñor Angelo Becciu debió abandonar abruptamente el pasado 24 de septiembre por motivos presumiblemente por actos de corrupción…
Monseñor Semeraro es originario de Monteroni di Lecce, en Puglia; fue ordenado sacerdote en 1971, nombrado por San Juan Pablo II obispo de Oria en 1998, y en 2004 fue trasladado a la Iglesia Suburbicaria de Albano.
Actualmente es Administrador Apostólico ad nutum Sanctae Sedis del Monasterio Exárquico de Santa María de Grottaferrata y Delegado Pontificio de la Orden Basiliana de Italia.
Participó como miembro por designación pontificia en la XIV Asamblea General Ordinaria sobre La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo; en la XV Asamblea General Ordinaria sobre Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional y en la Asamblea Especial para la Región Panamazzónica en 2019.
Y desde 2013 era secretario del “Consejo de Cardenales” para ayudar al Santo Padre en el gobierno de la Iglesia Universal. Es miembro de la Congregación para las Causas de los Santos y del Dicasterio para la Comunicación y Consultor de la Congregación para las Iglesias Orientales.
Adiós a Becciu
El retiro de Giovanni Angelo Becciu se debe a actos presumiblemente de corrupción que habría realizado cuando era sustituto de la Secretaría de Estado. Los medios italianos le han dado vuelo al asunto; lo más grave es la de que supuestamente habría enviado dinero para sobornar a testigos en contra del cardenal George W. Pell en Australia.
Empero, el purpurado nuevamente negó haber interferido en forma alguna con el juicio del Cardenal George Pell, luego de que medios de prensa italianos informaron sobre una acusación de que supuestamente habría enviado dinero a Australia como soborno.
En un comunicado fechado el 17 de octubre, el abogado de Fabio Viglione, dijo que su cliente “con respecto a la eterna atención de algunos periodistas al juicio del Cardenal Pell, se ve obligado a reiterar vigorosamente que nunca ha interferido con eso en modo alguno”.
El defensor dijo además que “para proteger y defender su honor, tan gravemente dañado”, el Cardenal Becciu podría interponer medidas legales contra algunos medios de comunicación por informar continuamente sobre “una supuesta aunque inexistente actividad para manchar la evidencia en el juicio del Cardenal Pell”.
El asunto está candente…
