En la columna El Cenote Sagrado del 21 de abril de 2020: Aprende en casa, SEP; Violencia y confinamiento; La Ley de amnistía y sus consecuencias; La violencia no cede
En la columna El Cenote Sagrado del 21 de abril de 2020: Aprende en casa, SEP; Violencia y confinamiento; La Ley de amnistía y sus consecuencias; La violencia no cede

Aprende en casa, SEP

El Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma con lujo de detalles nos dio la información que muchos padres de familia estaban esperando. Anunció que el ciclo escolar irá hasta el 17 de julio y de acuerdo a las zonas donde hay un bajo impacto de la pandemia se irán viendo las medidas. Pero lo que enfatiza es el programa: “Aprende en Casa”.  Lo que no está muy claro es la forma de cómo se podrá implementar. Si bien dicen que por medio de la televisión, no será tan fácil llevarlo a cabo. Generalmente, nuestras familias, en un primer término, viven en espacios pequeños y sin muchas comodidades. Suelen estar varios miembros de la familia amontonados en la sala de la casa, muchas veces, viendo programas de la televisión y más en estos días de pandemia donde la gente, generalmente no sale y se la pasa casi todo el día, o viendo películas o jugando en la pantalla del televisor. Entonces, ¿creen que se van a ocupar con atender programas de aprendizaje que la SEP proporcione? No lo vemos tan sencillo. De por sí, somos muy poco disciplinados en lo que nos corresponde hacer del día a día. Menos, nos podemos imaginar cuando tenemos trabajar por nuestra cuenta sin el “garrote” encima de nosotros. Sea lo que sea, esperemos que por el bien de jóvenes, los papás tomen en serio la tarea que les corresponde hacer estos días como si fueran los maestros y maestras en la escuela.

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Violencia y confinamiento

Las cifras son escalofriantes. Si ya de por sí, la violencia familiar se venía incrementando día a día. En las últimas semanas han comenzado a sonar las alarmas. Algunos dicen que nada extraño por motivos del confinamiento. Se entiende que a mayor encierro, mayor violencia. Las condiciones de las viviendas no son las más adecuadas para una sana convivencia. Espacios pequeños, problemas de dinero, hacinamiento y tampoco faltan otros problemas, como pueden ser el alcohol y la droga. Lo triste de todo esto es que los más perjudicados son los niños y las mujeres. Es una lástima que esto tenga que suceder y que se incremente por las circunstancias que estamos viviendo estos días de confinamiento. Todo ello está demostrando, nos falta mucha madurez y preparación para saber sobrellevar la vida en circunstancias adversas. No nos han preparado para ello. Ojalá que esta experiencia nos ayude a entender que la vida se vive una vez y por eso, vale la pena apostar  todo por ella, para que no pase desapercibida y cuando menos nos demos cuenta, ya nos hicimos viejos sin haber vivido como Dios manda. Estamos seguros que esta crisis de salud que vivimos servirá para aprender mucho en todos los campos, pero principalmente en el de la convivencia.

La Ley de amnistía y sus consecuencias

Ayer los Senadores celebraron una sesión presencial, para sacar adelante la tan cacareada ley de amnistía donde podrán salir libres alrededor de 8 mil presos condenados por delitos menores y otros muchos que todavía no habían recibido sentencia, pero también culpables por delitos que  la autoridad no considera importantes. Hasta aquí, todo bien. Pero, ¿por qué hasta ahora, de prisa y corriendo sale esta ley? ¿De veras tuvieron tanto miedo al coronavirus? La verdad que sí llama la atención por la prisa de sacar a estos presos. La razón es que de entrar la pandemia en las cárceles haría estragos. No nos extraña. Casi todas las cárceles de país tienen sobrepoblación. Imaginemos que la pandemia se cebara en los penales. Sería el “acabose” para las autoridades y la imagen del país quedaría más deteriorada de lo que está. Ya lo hemos manifestado en más de una ocasión, necesitamos revisar, estudiar e implementar un nuevo sistema de justicia para que de una vez por todas se respeten y atiendan todos los derechos de los ciudadanos. Los datos lo dicen todo. De cien delitos, solo llegan a resolverse, mejor dicho a castigar a los infractores, un dos por ciento. Con esto queda dicho todo. Necesitamos un cambio.

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La violencia no cede

Si el coronavirus no nos mata, lo hará la violencia que se desata y que cada día es mayor. Solamente el domingo, 19 de abril, la estadística nos da una cifra de ciento cinco homicidios. ¡Terrible! De esto no se dijo nada y si se dijo, pasó desapercibido. Toda la atención está centrada en la pandemia. ¿Tendremos algún día la noticia que no hubo ni un solo homicidio en el país? No sabemos cuándo lo vamos a escuchar, pero, por los datos que nos dan, no será tan pronto como lo hubiéremos deseado. Gobierno y sociedad, algo tenemos que hacer. El país no puede seguir desangrándose como hasta ahora. Esta es la mayor pandemia. Al final se encontrará una cura para el Covid-19, pero… ¿Cuándo encontraremos la cura para  erradicar la violencia en las familias, en la sociedad, en la política…? Todos somos parte y no podemos escabullirnos del problema. Nadie puede decir como aquel. “Y, yo, ¿por qué”?. Cada quien debe hacer su examen de conciencia y ver cómo cada uno con nuestras actitudes, somos cómplices de la violencia que ocurre en nuestros ambientes.