Cardenal George Pell
Cardenal George Pell

Como era de esperarse, la defensa del cardenal George Pell presentó en el último minuto del martes 17 de septiembre un recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Australia, la máxima instancia judicial del país, contra su condena de seis años de cárcel por pederastia.

Los abogados del que fuera el tercero en la jerarquía de la Santa Sede entregaron en tiempo y forma “una apelación. El Tribunal Superior confirmó que había recibido la solicitud a través de su registro de Melbourne, pero aún no es seguro si acepta el recurso.

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La decisión de la Corte de Apelaciones —dos contra uno— confirmó el veredicto alcanzado en diciembre pasado por la corte de Melbourne, cuando Pell fue declarado culpable; los dos jueces determinaron que la única víctima sobreviviente de Pell era un testigo creíble y veraz.

Empero, en el recurso de última instancia los abogados del cardenal se basarán en gran medida en la opinión disidente del tercer juez, Mark Weinberg, exjefe de la fiscalía federal, quien se opuso al veredicto porque, en su opinión, no cumple con el principio de que una persona sólo puede ser condenada si las pruebas demuestran su culpabilidad más allá de toda duda razonable.

El juez Weinberg es el jurista de derecho penal más importante de Australia, mientras que los otros dos que avalaron la sentencia del jurado popular tenían poca o ninguna experiencia en derecho penal.

Ésta es la última oportunidad que tiene el prelado australiano para tratar de revertir la condena en una compleja batalla legal que ha recibido atención mundial, puesto que se trata de la persona de mayor rango de la Iglesia católica condenada por pederastia.

Si el Tribunal Superior de Justicia confirma la decisión del Tribunal de Apelaciones, Pell deberá cumplir la sentencia dictada en su contra. Pero en caso contrario será libre de todo cargo.

En este supuesto, ¿regresaría Pell a su cargo en la Curia?

George Pell tiene 78 años. Fue denunciado en 2014 y se le encontró culpable de cinco cargos de abuso sexual que presumiblemente cometió entre 1996 y 1997 contra algunos niños del coro de la catedral de Melbourne. Aun preso, Pell sigue siendo arzobispo y miembro del Colegio de Cardenales.