El director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni, informó que la tarde del jueves 17 de octubre el Papa Francisco se reunió en privado con un grupo de 40 indígenas, participantes en el Sínodo para la Región Panamazónica.
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“El encuentro fue abierto por una breve intervención a dos voces, leída por una mujer y un hombre, representantes de los pueblos indígenas, que por su intermedio han expresado gratitud al Santo Padre por convocar el Sínodo”, se informó en un comunicado…
Los indígenas solicitaron al Papa “ayuda para garantizar una vida serena y feliz a los pueblos, cuidando la tierra y protegiendo el agua para que puedan gozar de ella los propios descendientes”.
El Papa dirigió un mensaje subrayando que el Evangelio es como una semilla que cae en la tierra que encuentra y crece.
En referencia a la región amazónica, señaló los peligros de las nuevas formas de colonización.
Recordó los orígenes del cristianismo, nacido en el mundo judío, desarrollado en el mundo greco-latino y que luego llegó a otras tierras, como la eslava, la oriental, la americana, y reiteró que el Evangelio debe inculturarse, porque “la gente recibe el anuncio de Jesús con su propia cultura”.
El Papa estuvo acompañado por Roque Paloschi, arzobispo de Porto Velho, Brasil; el cardenal Claudio Hummes, relator general y presidente de la Comisión para la redacción del documento final, y los cardenales Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los Obispos, y el cardenal Pedro Barreto, presidente delegado del Sínodo Amazónico.
