El Papa Francisco aceptó en mayo de 2016 que se creara una comisión para estudiar la posibilidad de que las mujeres puedan volver a ser diaconisas en la Iglesia, como lo fueron en el pasado, en la Iglesia primitiva.

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Durante un encuentro con 900 religiosas de la Unión Internacional de las Superioras Generales (UISG), éstas interpelaron al Papa con la siguiente pregunta: “Santo Padre, en la Iglesia existe el oficio del diaconado permanente, pero está abierto sólo a los hombres, casados o solteros. ¿Qué impide a la Iglesia incluir a mujeres entre los diáconos permanentes, al igual que ocurría en la Iglesia primitiva? ¿Por qué no crear una comisión oficial que pueda estudiar el tema? ¿Nos puede dar un ejemplo de dónde usted ve la posibilidad de una mejor inserción de las mujeres y de las mujeres consagradas en la vida de la Iglesia?”.

El Pontífice respondió:

“Efectivamente (en el pasado había diaconisas), sucedía en la antigüedad… recuerdo que era un tema que me interesaba mucho cuando venía a Roma para las reuniones… y estaba alojado en el Domus Pablo VI. Había un teólogo sirio muy bueno que hizo la edición crítica y la traducción de los Himnos de Efrén el Sirio. Un día le pregunté sobre este tema y me explicó que en los primeros tiempos de la Iglesia había algunas diaconisas.

“Pero ¿qué son estas diaconisas? ¿Estaban ordenadas o no? Se habla en el Concilio de Calcedonia (451), pero es un poco oscuro. ¿Cuál fue el papel de las mujeres diaconisas en aquellos días?

“Parece —me dijo aquel teólogo, que ya ha fallecido, era un gran profesor, sabio, erudito— que el papel de las diaconisas fuese para ayudar en el bautismo de las mujeres en la inmersión, las bautizaban ellas por una cuestión de pudor, también para hacer las unciones en los cuerpos de las mujeres en el bautismo. Y también una cosa curiosa: cuando había un juicio matrimonial porque el marido golpeaba a su mujer y ésta iba a quejarse al obispo, las diaconisas eran las encargadas de ver los hematomas en el cuerpo de la mujer causados por los golpes del marido e informar al obispo.

“Creo que voy a pedir a la Congregación para la Doctrina de la Fe que me informe acerca de los estudios sobre este tema. Las mujeres diaconisas son una posibilidad para hoy”.

¡Esa frase fue nota en todos los medios!

Reacciones

Ante ello, el viernes 13 de mayo de 2016 Federico Lombardi, entonces vocero de la Santa Sede, señaló que el Pontífice “no dijo que tenga la intención de introducir una ordenación diaconal de mujeres y menos una ordenación sacerdotal femenina”.

Recordó que este es un tema “del cual se ha hablado mucho también en el pasado y que nace del hecho de que en la Iglesia primitiva existían mujeres llamadas diaconisas, que desarrollaban ciertos servicios en la comunidad”.

También señaló a través de Radio Vaticana que hay “estudios históricos sobre este hecho y el Papa Francisco les ha dado algunas palabras. Además, hay un documento importante de 2002 de la Comisión Teológica Internacional que ha hablado de este tema”.

“(Lo que) el Papa dijo que piensa constituir una comisión que retome estas cuestiones para verlas con mayor claridad. Pero se necesita ser honestos: el Papa no ha dicho que tenga intención de introducir una ordenación diaconal de mujeres y menos habló de ordenaciones sacerdotales de mujeres. Incluso, hablando de la predicación durante la celebración eucarística ha dado a entender que en esto no piensa en absoluto”.
Sobre el encuentro del Santo Padre con la UISG, Lombardi comentó que se trató de una hermosa y alentadora conversación “sobre las mujeres y en particular sobre las mujeres consagradas en la vida de la Iglesia”.

El tema de nuevo tres años después

Este martes 7 de mayo en rueda de prensa a bordo del vuelo de regreso a Roma, luego de su viaje a Bulgaria y Macedonia del Norte, el Papa habló del tema otra vez.
Joshua McElwee, del National Catholic Reporter, le preguntó: “En Bulgaria usted visitó una comunidad ortodoxa que ha continuado una larga tradición de ordenar a mujeres diaconisas para proclamar el Evangelio. Dentro de pocos días usted se encontrará con la UISG, que solicitó hace tres años la comisión para las mujeres diaconisas. ¿Puede decirnos alguna cosa que sepa sobre el informe de la comisión sobre el ministerio de las mujeres en los primeros años de la Iglesia? ¿Usted ha tomado alguna decisión?”.

El Papa Francisco respondió:

“La comisión se hizo y ha trabajado por casi dos años. Eran todos distintos, todos sapos de distintos pozos. Todos pensaban diferente, pero han trabajado juntos y se han puesto de acuerdo hasta un cierto punto. Pero cada uno de ellos tiene su propia visión que no concuerda con la de los otros. Y allí se detuvieron como comisión y cada uno está estudiando seguir adelante.

“Sobre el diaconado femenino hay un modo de concebirlo no con la misma visión del diaconado masculino. Por ejemplo, las fórmulas de ordenación diaconal encontradas hasta ahora, según la comisión, no son las mismas para la ordenación del diácono masculino y se parecen más a la que hoy sería la bendición abacial de una abadesa. Este es el resultado de algunos de ellos, yo estoy hablando un poco de oídas, lo que recuerdo. Otros dicen ‘no, esto es una fórmula diaconal’, pero debaten. No es claro. Había diaconisas al inicio, ¿pero era ordenación sacramental o no? Y eso se discute y no se ve claro.

“Sí ayudaban, por ejemplo, en la liturgia lo vemos, en los bautismos, que eran de inmersión, cuando se bautizaba una mujer la diaconisa ayudaba. También en la unción en el cuerpo de la mujer. Luego salió un documento en el que se veía que las diaconisas eran llamadas por el obispo cuando había una disputa matrimonial para la nulidad o el divorcio o la separación. Cuando la mujer acusaba al marido de golpearla llamaban a la diaconisa para que esta viera el cuerpo y así testimoniaba en el juicio.

“Son las cosas que recuerdo, pero lo fundamental es que no hay certeza de que fuese una ordenación con la misma forma y la misma finalidad de la ordenación masculina. Algunos dicen que hay duda. Sigamos adelante a estudiar. No tengo miedo al estudio, pero hasta este momento no va.

“Es curioso que donde hubo diaconisas era casi siempre una zona geográfica, sobre todo en Siria, luego en otra parte no mucho o nada. Todas estas cosas las he recibido de la comisión.

“Cada uno sigue estudiando y se ha hecho un buen trabajo porque se ha llegado hasta un cierto punto común que puede servir como aliciente para seguir adelante, estudiar y dar una respuesta definitiva sobre si sí o no, según las características de la época.

“Una cosa interesante, ahora nadie lo dice, pero algunos teólogos hace pocos años, 30 años antes, por ejemplo, decían que no había diaconisas porque las mujeres estaban en segundo plano en la Iglesia y no sólo en la Iglesia…

“Pero es curioso, en esa época había muchas sacerdotisas paganas. El sacerdocio femenino en el culto pagano estaba a la orden del día. Entonces, ¿cómo se entiende que existiendo este sacerdocio femenino pagano con las mujeres no se diese en el cristianismo?

“Esto es lo que se está estudiando, pero hemos llegado a un punto y ahora cada uno de los miembros está estudiando según su tesis. Esto es bueno”.